Joseph Ratzinger era hasta ayer el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Comisión Teológica Internacional, decano del Colegio de Cardenales.
El nuevo Papa nació el 19 de abril de 1927 en Marktl, cerca de Passau, a orillas del Danubio en el triángulo germano-checo-austriaco. Educado en el seno de una familia campesina, participó como soldado del ejército alemán en los últimos meses de la II Guerra Mundial.
Estudió filosofía y teología en Múnich y en las universidades de Bonn, Münster, Tübingen y Ratisbona.
EDUCACION Y SACERDOCIO
Estudió en la Escuela Superior de Filosofía, en Freising; y en la Universidad de Múnich, recibió el doctorado en teología. Ordenado sacerdote el 29 de junio de 1951. Continuó sus estudios, de 1951 a 1952. Elegido Arzobispo de Múnich y Freising, el 24 de marzo de 1977. Consagrado, el 28 de mayo de 1977, en Múnich, por Josef Stange, Obispo de Würzburg.
Ordenado Cardenal presbítero, el 27 de junio de 1977; recibió la birreta roja y el título de S. Maria Consolatrice al Tiburtino, el 27 de junio de 1977. Ratzinger es electo Papa el 19 de abril de 2005 y asume el nombre de Benedicto XVI.
CONSERVADOR Y FRIO
El aspecto reservado, tímido y hasta "frío" del cardenal alemán concuerda con la imagen de "muy conservador" que para unos es motivo de alabanzas y para otros de duras críticas.
Para Stefan Kempis, la percepción del cardenal Ratzinger en los medios "no corresponde a su cordialidad y hasta calidez que muestra con las personas que trabajan con él y lo visitan".
Durante su cardenalato ha visitado América Latina y África. Una de sus convicciones es que "las religiones exigen discernimiento, entre las formas y en el interior de las mismas".
¿PAPADO CORTO?
Tras el largo papado de Juan Pablo II, no son pocos los que desean períodos más cortos de pontificado. Siendo la elección del Papa, una investidura vitalicia, un papado corto se logra eligiendo a un cardenal mayor. Y este factor sería un punto más para Ratzinger que tiene ya 78 años. Es más, según la revista "Time", en caso de que el cardenal alemán sea elegido, habría prometido "renunciar al cargo después de un tiempo prudente y cuando aún conserve sus plenas facultades". Esto sería una verdadera revolución.