La proliferación de basura en áreas públicas de esparcimiento, a orillas de vías de comunicación ha convertido al distrito de Arraiján, en un vertedero traducido en foco de contaminación, en perjuicio de la salud de los habitantes que claman con urgencia notoria un servicio de recolección de basura de mejor calidad.
No obstante, el corregimiento de Juan Demóstenes Arosemena y Vista Alegre, el de mayor crecimiento poblacional no se escapa de esa realidad, a orillas y a lo largo de la vía Interamericana, inescrupulosos se han dedicado a la mala práctica de acumular tumultos de desechos.
Los desperdicios emanan olores fétidos, el ambiente de inmundicia del entorno es un perfecto criadero del mosquito transmisor del dengue, para el colmo cada día las bolsas plásticas de desperdicios aumentan.