La reciente escalada de violencia del narcotráfico en México, con más de veinte asesinatos en los últimos dos días, puso en guardia al presidente Felipe Calderón, a quien los expertos reprochan haber apelado de forma errónea a las mismas armas que los criminales para vencerlos.
Calderón afirmó que "mientras más violenta sea la conducta de quienes criminalizan" a los jóvenes mexicanos y les conducen a la droga, "más enérgica va a ser la respuesta del Gobierno".
Según los medios de comunicación el ritmo de asesinatos vinculados con el crimen organizado se ha incrementado respecto al año anterior.