Lo caluroso que estaba la mañana de ayer, martes, no pareció haber sido obstáculo para que un gran número de allegados al trabajador de la construcción, Iván Enrique Rosero Marmolejo, dijeran presente en su despedida terrenal.
Y es que la Iglesia de Dios, Templo La Hermosa, ubicado en el corregimiento de Tocumen, estaba a su máxima capacidad durante los funerales del malogrado obrero que perdió la vida la semana pasada cuando una malla metálica se desprendió de los pisos superiores del proyecto 'Bay Star', en la Avenida Balboa, y le cayó encima.
Familiares, compañeros de trabajo, hermanos en la fe, vecinos del área de Las Mañanitas quisieron expresar su solidaridad con los familiares de Iván y unirse en oración por el descanso de su alma.
Las palabras del Pastor Clemente Jones le recordaron a los dolientes que no era momento de tristeza ni de congoja, porque Iván ya abrazó al Cristo viviente.
En el culto evangélico se resaltaron las virtudes del fallecido, el que fue reseñado como un buen padre, trabajador, amigo y vecino.
Al compás de las notas de melodías como: "Cuando levanto mis manos" y "La niña de tus ojos", muchos de las asistentes dejaron asomarse lágrimas, tal vez recordando los buenos momentos que en vida pasaron con el ahora difunto.
A la hora de leer las resoluciones de duelo fueron notorias las ausencias de mensajes del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción, o de la compañía constructora, aunque según uno de los familiares, dos de los representantes de la compañía hicieron acto de presencia en el lugar.
Una vez concluido el culto, el cortejo fúnebre se desplazó hasta el Cementerio Municipal de Juan Díaz, donde desde ayer descansan los restos de Iván, en espera de que se le haga la justicia terrenal.
JUSTICIA: CUMPLIMIENTO
En lo que va del año 2010, cuatro obreros de la construcción han fallecido realizando sus labores. Los familiares de Iván Rosero solicitaron que la empresa cumpla con su responsabilidad en este caso.