TEMAS DE ACTUALIDAD
Por sus frutos los conoceréis Mateo 7:16

Neyla Ayarza
Periodista
La cita bíblica con que titulamos este artículo de opinión, tiene como finalidad hacer referencia a los frutos espirituales, propios de quienes reciban el bautismo del Espíritu Santo, los cuales dentro del cristianismo se denominan dones. Hoy queremos referirnos específicamente a la sanidad. Al Ministerio que proporciona sanación ya sea física o espiritual. Para ello, usaremos como referencia al Tabernáculo de la Fe, Iglesia que pastorea el Reverendo Manuel A. Ruiz. El "Atalaya" como cariñosamente le llaman los miembros de la congregación, con sus setenta años a cuestas, mantiene el vigor y la fuerza de un joven de veinte y así, cada viernes, sin acepción de credo o posición social, atiende a los cientos de enfermos que sin ser cristianos practicantes en su mayoría, se apersonan al Templo en busca de cura para un cáncer, una artritis o simplemente el sosiego para el alma. La fe del enfermo y el poder de la oración realizan el milagro. Para algunos, éstos son fanáticos que danzan y se caen al tacto del Pastor, más aquel que se encuentra inmerso en la dimensión espiritual de Cristo, conoce que sólo El a través del Consolador (El Espíritu Santo) tiene el poder de sanar. Muchas son las luchas que enfrenta la Iglesia Cristiana Evangélica por predicar la doctrina de un Cristo Vivo. Innumerables señalamientos se han hecho en torno al hablar en lenguas, el danzar y hasta el diezmar, todos estos principios basados en la Biblia. No obstante, como Iglesia viva, la obra que realiza el Tabernáculo de la fe es evidente y muy pronto mil niños serán atendidos en el Comedor Cristiano Sopla Dios, porque de un soplo de aliento, Dios le dio vida al hombre y ese Dios que predicamos es omnipotente y omnipresente, es el Alfa y el Omega, el principio y el fin de toda existencia.
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