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Guerrilla demuestra fortaleza a un Pastrana enredado por el referendo
Agencias
Internacionales
La principal guerrilla colombiana, las marxistas FARC, hicieron demostración de su creciente fuerza al emboscar un barco de la Armada y derribar un helicóptero policial, mientras el presidente Andrés Pastrana intentaba que amaine la tormenta política que desató al proponer un referendo que incluye la revocación del Congreso. El conservador Pastrana se reunió en la mañana del viernes con jefes militares y policiales e intentó desvirtuar a la oposición liberal, que lo acusa de intentar un 'fujimorazo' para clausurar el Congreso, imitando el 'autogolpe' del presidente peruano, Alberto Fujimori, en 1992. "'Fujimorazo' sería cerrar el Congreso, acá la revocatoria (del mandato de los legisladores) está a disposición del pueblo, que deberá decidir si quiere que el Parlamento continúe o no, y es totalmente distinto", declaró el jefe del Estado al terminar el encuentro con los uniformados. Durante esa reunión también se analizaron los ataques lanzados por las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) en los últimos días, en los que murieron seis uniformados y los rebeldes retuvieron a un oficial policial, que se suma a otros 300 tomados como prisioneros de guerra en los últimos tres años. Las FARC fueron las primeras en salir a rechazar el referendo, que Pastrana propuso como una salida a una corrupción en aumento. A través de su portavoz, Raúl Reyes, los rebeldes subrayaron que el referendo podría distraer la atención necesaria para las negociaciones de paz, que llevan a cabo desde el año pasado con el Gobierno. Ambas partes, han aceptado mantener esas negociaciones sin que medie un cese previo de las acciones militares, y cumplir con un cronograma que establece un complejo sistema de audiencias públicas y mesas de debate. Justamente en la zona de distensión habilitada en el sudeste del país, el próximo domingo se realizará la primera de estas audiencias públicas, a la cual fueron llamados empresarios y sindicatos para discutir el modelo económico. El resultado final de las audiencias y negociaciones debe ser un paquete de modificaciones sociales y económicas, que luego podrían ser sometidas a la aprobación de una Constituyente. Inicialmente, el referendo fue propuesto por Pastrana cuando el Congreso era blanco de graves criticas tras develarse un escándalo de la utilización de más de 2,7 millones de dólares en contratos estrafalarios por parte de la Cámara de Representantes. Las denuncias sobre la contratación realizada en forma irregular en las últimas dos semanas llevaron a la cárcel a cuatro funcionarios y seis contratistas del Congreso, y obligaron a renunciar a la tripartita junta directiva de la Cámara de Representantes. Pero el miércoles, una vez que Pastrana anunció que el referendo incluiría una pregunta para revocar el mandato de los 263 congresistas, los parlamentarios, incluyendo algunos de la gobernante coalición Gran Alianza por el Cambio, reaccionaron dejando traslucir su enojo con el mandatario. Los congresistas aducen que al incluir la revocación del actual legislativo, el presidente intenta ocultar los casos de corrupción que implican al Ejecutivo y echar sobre ellos todo el agua sucia de la corrupción, un mal endémico que anualmente se lleva recursos por 1.000 millones de dólares del fisco. "Es un maniqueísmo que busca réditos electorales", señaló este viernes en una carta la Dirección Nacional del opositor Partido Liberal, en una respuesta oficial al mandatario. Para terminar de caldear el ambiente, los ex presidentes liberales Alfonso López (1974-78) y Ernesto Samper (1994-98) propusieron, en vez del referendo, una Asamblea Constituyente de carácter más amplio. Esta propuesta fue considerada en el Ejecutivo como una velada amenaza contra Pastrana, que podría correr la misma suerte de su homólogo venezolano, Hugo Chávez, quien se vio obligado a someterse a unas nuevas elecciones en mayo próximo resultado de un proceso de Asamblea Constituyente. El ministro del Interior, Néstor Martínez, calificó este viernes la propuesta de realizar una Asamblea Constituyente como altamente inconveniente e improcedente hasta tanto no finalicen los diálogos actuales con las FARC.
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