La diabetes en los adultos mayores parece estar provocada por una pérdida de actividad de las mitocondrias, las centrales de energía de las células. Sin embargo, la actividad física es capaz de incrementar el número de estos orgánulos celulares y, por tanto, de prevenir la aparición de la enfermedad.
La mitocondria se encarga de convertir la glucosa en energía utilizable por el organismo. Investigadores del Instituto Médico Howard Hughes, en EEUU, han observado que con el paso del tiempo la actividad mitocondrial disminuye provocando una resistencia a la insulina que a su vez conduce a la diabetes.