El que es conocido como 'el mejor auto del mundo' nació cuando dos ingleses se hicieron socios en 1904: Charles S. Rolls y Henry Royce. Es una marca de distinción por excelencia. Este 'lord' inglés, hoy en manos alemanas, cumple en el 2004 su primer siglo de existencia y su historia está marcada por ser el auto predilecto de reyes, reinas y toda clase de soberanos y líderes políticos y empresariales a lo largo y ancho del planeta. La aparición del Rolls Royce se remonta a 1904, cuando Inglaterra vivía una era de progreso y refinamiento, matizada con el aura romántica, austera y conservadora de la época victoriana, que acababa de pasar.
La industria inglesa estaba en auge y los empresarios buscaban aventuras de negocio que les diera un verdadero sello personal al estilo británico. Por ese entonces, la industria automovilística era incipiente, pero ya se mostraba como el negocio del futuro en el mundo de la gran industria.
Un día de 1904 se encontraron en la ciudad de Manchester dos jóvenes visionarios aventureros y conocedores del mundo de la mecánica y el automóvil quienes darían origen a lo que muchos no sólo consideran una marca, sino una leyenda: Charles S. Rolls y Henry Royce
Charles S. Rolls era un verdadero aristócrata, proveniente de una familia de terratenientes y con estudios en la prestigiosa universidad de Cambridge. A sus 27 años había marcado el récord mundial de velocidad en tierra (93 millas por hora) y era aficionado a los globos aerostáticos, además de ser un fanático de los autos de lujo.
Henry Royce, de 41 años e hijo de un molinero, era ingeniero mecánico, empresario y propietario de una fábrica de grúas y dinamos. Además, tenía dos obsesiones: los automóviles y la perfección de sus obras. Es a él a quien verdaderamente se debe que al Rolls Royce se le califique como "el mejor auto del mundo".
Algunas de sus frases delataban su obsesión por la calidad: "Pequeños pensamientos hacen la perfección, pero la perfección no es un pequeño pensamiento". "Sea lo que fuere, correctamente ejecutado, aunque sea modesto es noble". "La calidad permanece largo tiempo luego que el precio fue olvidado".
Henry Royce construyó por esos días su primer prototipo de automóvil. Se trataba de un vehículo con motor de dos cilindros y se destacaba por su suavidad en el funcionamiento. La sociedad Rolls Royce nacía y el primer automóvil oficial de la compañía sería el Silver Ghost.
Era tan suave su manejo que una frase lo hizo célebre: "a 60 millas por hora, el único sonido que se escucha en un Rolls Royce, es el tic-tac de su reloj eléctrico... pero estamos por solucionarlo". Lo demás es historia.