LIMPIAHORNOS BARATO
Enciende el horno durante 20 minutos a temperatura suave, luego apágalo. Pon un plato pequeño lleno de amoníaco en el estante superior. En el estante inferior pon un bol grande lleno con agua hirviendo y déjalos toda la noche. Por la mañana abre el horno y deja que se airee un rato antes de lavarlo con agua y jabón. Con este sistema se limpia todo con mucha facilidad, incluso la grasa más incrustada.
CRISTALERIA RELUCIENTE
El vinagre es fundamental para lavar la cristalería. Enjuágala con una mezcla de una parte de vinagre y tres de agua tibia. Puedes eliminar las muescas pequeñas en el borde de un vaso frotándolas con una lima de uñas. Las rayas de la cristalería desaparecerán si las pules con pasta de dientes.
ESCOBAS DE PAJA
Antes de utilizar por vez primera una escoba de paja, ponla a remojar en agua fría con mucha sal durante unas cuantas horas. Deja que se seque antes de usarla, o de lo contrario se le doblarán todos los hilos. De esta manera, alargarás la vida útil de tu escoba.
COLORES VIVOS
Tú puedes lograr que la ropa de color conserve todo el colorido que la caracteriza cuando está nueva. Déjala remojando unas 12 horas antes de lavarla por primera vez, en una cubeta con agua templada y salada (pon seis cucharadas soperas de sal, por litro de agua).
DE VIAJE
Si tienes la intención de ausentarte unos cuantos días de tu casa y no quieres que los muebles estén cubiertos de polvo a tu regreso, deja un plato con un poco de agua en cada habitación, esto evitará el molesto polverío que suele acumularse.
HAZLO TU MISMA
Si tienes una puerta que te fascina, pero el tiempo y la pintura la han opacado, puedes darle una nueva vida, de una manera rápida y sencilla.
Primero: Desmonta la puerta y aplicale un removedor de pintura, sea cual sea la base de la misma. Lo dejas actuar 15 minutos y con una espátula arrancas toda esa pintura vieja.
Segundo: Lijas la puerta, con una lija de madera, hasta que quede en su estado original. Después aplicas de una a dos capas de tinte del color que desees, ya sea con una brocha o un wipper de algodón.
Tercero: El acabado. Aplicarás de dos a tres manos de sellador de laca y lijarás entre cada aplicación para un mejor agarre.
Para terminar se le pone el brillo de laca con una brocha, se deja secar y quedará lista. Hay diferentes intensidades de brillo, así que quedará a tu gusto.
