La gran experiencia acumulada, su incansable fe en Dios y la motivación extra que en él ha causado el nacimiento de su primer hijo, Reginalb Jamel, se han convertido en los factores claves del éxito que ha tenido en la actual temporada del béisbol mayor el recio toletero chiricano, Víctor Preciado.
A pesar de que estuvo un poco flojo en el aspecto ofensivo en las dos primeras fases del campeonato, Preciado logró hacer los ajustes necesarios para demostrar su talento y aportar su grano de arena en las victorias que tuvo el elenco chiricano en la ronda semifinal.
Sin contar el partido de ayer, Preciado era el mejor bateador de la serie con promedio de .429 producto de 15 hits en 35 turnos. Además dominaba en los departamentos de slugging .743, carreras empujadas con 18 y era el segundo mejor en otros tantos. "He logrado hacer algunos ajustes y trato de estar más tranquilo cuando voy a batear", señaló Preciado.
Para el inicialista, parte de su gran momento se debe a que para él, el béisbol es más que un simple juego. "Es una forma de relajarse y pasarla bien, pero sin subestimar al contrario... ahora que tengo a mi hijo, él y Dios son una motivación extra para hacer las cosas bien y ganar", dijo Preciado.
En cuanto al buen papel que desarrolló su novena en la ronda de cuatro, Preciado dijo que todos están conforme por lo que se ha hecho, sin embargo, aseguró que la meta sigue siendo ganar el campeonato. "Nosotros no vamos a bajar nuestro nivel de juegos y tampoco vamos a menospreciar a nuestro rival en la final", aseguró.
A ser consultado sobre un posible retorno a la selección nacional, Preciado argumentó que todo dependería de que su participación no le afecte en su trabajo.