EDITORIAL
Hijos predilectos del gobierno
Como un niño mimado, hace pocos días, el gobierno le dijo sí a los transportistas. Lo que has pedido, lo tendrás, así resolvió. Prácticamente con una amenaza se evitó una huelga más en el sistema de transporte público y mientras tanto el usuario aguantando de todo.
El préstamo millonario otorgado por el Banco Nacional de Panamá para la reparación de buses se convirtió en el inicio de una seria de irregularidades. Los vehículos ya comenzaban a cobrar los 25 centésimos de la unificación del pasaje y no estaban aptos para prestar el servicio. Nada ha cambiado hasta ahora.
Los asistentes de los choferes no han dejado de guindarse de los estribos, las regatas nadie las detiene y las obscenidades a la orden de día.
La sociedad en su conjunto está cansada. Miles de usuarios no aguantan más que los señores del transporte los traten como cualquier cosa, menos como clientes. Hay que ponerles un alto, pero ¿qué se puede hacer? cuando el gobierno le sigue otorgándole en bandeja de plata todo lo que piden.
Entre los últimos beneficios logrados entre la Cámara Nacional de Transporte y el gobierno, se menciona la concesión de licencias para importar directamente combustible, se le extenderá los plazos de los préstamos otorgados por el Banco Nacional, y ahora se pretende que la Caja de Ahorros les financie otros autobuses y para colmo de males también la compra de gasolina.
Nunca antes el sistema de transporte recibió tal bendición de manos de una administración estatal. Está entredicho el verdadero acuerdo, un convenio que coloca en segundo plano a los mil usuarios y brinda múltiples beneficios a los transportistas. La dictadura militar acuñó el lema: "los niños, los hijos predilectos de la revolución"; ahora en democracia los buseros se han convertidos en los hijos predilectos de los arnulfistas.
A pesar de todo, no es tarde para emparapetar el sistema de transporte que tiene Panamá, pero creando beneficios excesivos no se soluciona. Aquí hay que aplicar medidas drásticas que tengan el objetivo sano de ayudar el buen desenvolvimiento de la actividad en pro de los usuarios.
El día que al menos se cumplan con las obligaciones exigidas a los transportistas como el uso de uniformes, la eliminación de equipos de sonido, unidades en buenas condiciones mecánicas, tal vez se pinte un ambiente de esperanza. Antes no.
PUNTO CRITICO |
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