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REFLEXIONES
"Rusia Experimenta la Democracia"
Por: Carlos Christian Sánchez C.
Relacionista Internacional
Los primeros rayos del sol iluminan el gélido Mar de Bering, en el extremo oriental de Siberia. Un grupo de veteranos se dirige a las urnas en Providencia, un poblado ruso ubicado en los confines del otrora Imperio Soviético. Van a ejercer sus derechos; votarán no por mística, sino por candidatos que les han prometido pagarles sus atrasadas pensiones. Como ellos, hay más de tres millones de rusos que no reciben dinero del gobierno desde hace seis meses. Esa es la mañana del domingo 26 de marzo. Empero, por la gracia de la naturaleza y la diferencia de horarios, todavía es la tarde del sábado 25 de Moscú, la capital de la Federación Rusa. Tan inmenso es el territorio de esta nación, que se necesitan intervalos de tres días para efectuar la preparación de las mesas de votación, el llamado a la elección y el escrutinio de las opciones. La nación rusa se compone de 150 millones de personas. Once zonas horarias dividen al coloso euro asiático; además, posee unos 21 millones de kilómetros cuadrados, por lo que también es la nación más grande del planeta. La sexta parte del mundo está aún bajo el control del Kremlin. Rusia cumple nueve años de democracia. Esta nación vive un momento clave para consolidar su experiencia política liberal. Se busca un "heredero político" de las reformas económicas generales efectuadas por Boris Yeltsin, aquel magnánimo dirigente que provocó en agosto de 1991, la Segunda Revolución Política desde la caída de los zares. Los comicios presidenciales de este domingo deben elegir a un presidente federal por un período de cinco años. Es la segunda elección democrática en Rusia desde la aprobación de la Constitución Federal de 1991, que nació tras la desintegración del imperio soviético. A diferencia de anteriores elecciones, Rusia ha sido influenciada por sucesos espectaculares en los últimos meses. Una guerra en el Cáucaso levantó el fervor nacionalista de los rusos, cuando la violencia de separatistas chechenos llevó el terrorismo a las calles moscovistas. Por otro lado, la renuncia de Boris Yeltsin el pasado 31 de diciembre de 1999, permitió un cambio en la dirigencia política del Kremlin: el Primer Ministro Vladimir Putin, quien fuera agente de la oficina de espionaje "KGB" en los años ochenta, asumió el pleno control del gobierno y presidencia rusas. La postura fuerte de Putin, que permitió la represión militar rusa sobre Chechenia y los insurgentes en Daghestán, le ganó grandes simpatías. Dos poderosos bloques políticos democráticos en Rusia le respaldan, lo cual hace casi imposible que el Partido Comunista, dirigido por Gennady Zyugannov, triunfe en los comicios del domingo próximo. Sondeos de las agencias privadas y de ITAR - TASS, señalan que Vladimir Putin ganará con más de 50% de los votos, mientras que los comunistas deben sacar un 30% de las aceptaciones populares. Se espera que la victoria del actual Premier, permita que Rusia continúe su experiencia democrática, a pesar de que se ha criticado en Occidente los casos de corrupción gubernamental del señor Yeltsin. Igualmente, Estados Unidos confía en que el nuevo gobierno ruso acepte firmar el Tratado de Control de Armas Estratégicas (START 3), el cual reducirá el peligro de una guerra nuclear accidental. Rusia posee un arsenal atómico de más de diez mil bombas nucleares más de cinco mil misiles balísticos ubicados en submarinos y bombarderos. Indudablemente, la presión del nuevo gobierno ruso estará en resolver los serios problemas económicos de la federación. Miles de desempleados, cientos de empresas estatales han quebrado, las regiones orientales están en completo abandono. Desde 1992, la Federación Rusa ha recibido billones de dólares en préstamos del Fondo Monetario Internacional, para paliar la deuda interna del país. Aún así, la pobreza extrema y la crisis social se incrementa. La única esperanza de los votantes rusos es que el próximo gobernante sea coherente en sus propuestas, antes que el vasto país euro asiático quede fragmentado en semi estados feudales con "padrinos mafiosos" o vuelva una dictadura marxista y militar que reconstruya la Unión Soviética.
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