Primero fue la inminencia de una guerra en Irak y ahora la guerra misma: el precio del petróleo, que estaba por las nubes, empezó a bajar en los mercados internacionales y en América Latina todos, incluso los países productores, respiran aliviados.
Basta un pequeño recorrido por el mapa del subcontinente para descubrir la magnitud del impacto que tuvo el alza del crudo en las economías locales. A mediados de marzo Perú declaró en emergencia por 90 días el mercado de combustibles (los carburantes subieron 10% desde febrero) y Costa Rica anunció un aumento de 4,89% de las gasolinas.
El gobierno panameño propondrá un "fideicomiso" para mantener la estabilidad de los precios, en Nicaragua los combustibles cuestan entre 13 y 14% más que en enero, mientras que en Honduras subieron una media de 8,6% y en Uruguay hasta 20% en febrero. |