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Úsela sólo para administrar su dinero.  |
Las tarjetas de débito son, sin duda, instrumentos que nos facilitan la administración y el acceso a nuestro dinero. Sin embargo, tienen una gran desventaja frente a otros medios de pago: cualquier error, cargo duplicado o uso fraudulento afecta instantánea y directamente a los fondos depositados en nuestra cuenta de cheques o ahorros.
Esto puede perjudicar gravemente nuestras Finanzas Personales en el corto y mediano plazo, debido a que no tendremos acceso a los recursos mal dispuestos hasta que concluyan las investigaciones y logremos un dictamen a nuestro favor.
¿Qué podemos hacer, entonces, para evitar incurrir en alguna situación desagradable? A continuación presentamos una lista de las precauciones que se pueden tomar: l No cargue su tarjeta de débito a menos que vaya a necesitarla. De esta forma disminuye el riesgo de que se la roben y en consecuencia que alguien haga mal uso de ella.
l En la medida de lo posible, realice sus transacciones en los cajeros automáticos de su banco. En ocasiones existen problemas de comunicación entre las diferentes instituciones, y los saldos que se obtienen en otros aparatos muchas veces no están totalmente actualizados. l Utilizar los cajeros de su banco le evitará correr con este riesgo, y le ahorrará las altas comisiones que cobran las instituciones por el uso de cajeros automáticos de terceros.
l Mantenga un saldo bajo en su cuenta de cheques o ahorros. Recuerde que estas cuentas deben ser usadas únicamente para administrar los recursos, no para invertirlos. |