El Salvador sigue siendo no de los países más violentos del continente
Agencias
Internacionales
El Salvador sigue figurando entre los países con tasas "más elevadas" de homicidios en el continente americano, a pesar de que las estadísticas no reflejan incrementos significativos en los últimos años, consignó este miércoles una encuesta patrocinada por el Banco Mundial (BM). "El Salvador ha experimentado una disminución paulatina en sus tasas de criminalidad en el período 1994-1999, pero aún tiene una de las más elevadas, alrededor de 100 homicidios por cada 100.000 habitantes", según la encuesta, que realizó la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). EL estudio titulado "El crimen violento en El Salvador", financiado y supervisado por el BM, demostró que "la tenencia y permisividad en el uso de las armas de fuego se constituye en uno de los factores más determinantes de los altos niveles de violencia que enfrenta este país centroamericano". Con base en cifras de la Fiscalía General de la República, se determinó que entre 1994 y 1998 fueron asesinadas en este país 34.449 personas. Según el estudio, un 43% de las armas utilizadas por los convictos estaban registradas legalmente. La investigación concluye que "la circulación poco controlada de las armas legales y la existencia de importantes mercados negros como herencia del conflicto bélico (guerra civil 1980-1992) han permitido que el crimen totalice la vida social salvadoreña". La violencia delictiva se incrementó en El Salvador tras el fin de la guerra civil de doce años, el 16 de enero de 1992, fecha en que se firmaron los acuerdos de paz entre el gobierno y la guerrilla. Un total de 7.900 guerrilleros y poco más de 30.000 efectivos del ejército fueron desmovilizados y miles de armas quedaron dispersas en el país. La oficina del BM para Latinoamérica patrocinó el sondeo en El Salvador con el fin de identificar los factores sociales y económicos que están detrás del problema de la violencia criminal en América Latina. Estudios de la misma índole se realizaron en México, Colombia, Perú y Brasil. La investigación determinó que a pesar de su reducida extensión territorial (20.742 km2) no todo el país enfrenta los mismos niveles de violencia, ya que de los 14 departamentos, los más afectados son Santa Ana, Sonsonate y Ahuachapán, en el occidente del país. El área metropolitana de San Salvador, por su intensa actividad comercial, es donde más se concentran los delitos contra la propiedad. Además, con base en una encuesta realizada en los centros penitenciarios, la UCA determinó que los excombatientes de la guerra civil están relacionados con los delitos violentos: homicidios, violaciones y agresiones en contra de otros. Para hacer frente al problema de la violencia, el estudio sugiere "que un esfuerzo fundamental debe ser hecho para diseñar un sistema nacional de registros y estadísticas sobre la violencia, combinado con un sistema de clasificación de las lesiones incorporado en el sistema nacional de salud". Otra de las recomendaciones es "fortalecer programas sociales en el país, ampliando el acceso a la educación en todos sus niveles, pero especialmente entre los sectores más deprimidos económicamente; creando programas que generen fuentes de trabajo dignas y competitivas". También el estudio plantea la necesidad de atender "al gran sector de excombatientes de la guerra, redefiniendo los programas de reinserción para hacerlos más efectivos en la integración productiva".
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