El sábado 26 de marzo el frío será más intenso en el estadio Ricardo Saprissa. Los jugadores, cuerpo técnico, directivos y periodistas, serán los pocos privilegiados en vivir el espectáculo del fútbol.
Hay posiciones encontradas en cuanto al tema. Para José Eugenio Hernández, técnico de la selección nacional, el espectáculo ese día será frío porque el fútbol se hizo para que se juegue con fanáticos.
"Se trata de un deporte de multitudes, hecho por y para el público", señaló. Su asistentes Jorge Amado Nunes y Julio César Toral son del mismo pensamiento.
Nunes cuenta que una vez con Paraguay le tocó jugar un partido a puerta cerrada y no sacó ninguna ventaja. "Dentro de la cancha son once contra once y todos tienen las mismas posibilidades".
Toral por su parte dijo que nunca le había tocado a lo largo de su carrera profesional jugar un partido así. "Una vez en Colombia sí viví una experiencia en un partido Envigado - Quindío, en el que fueron sólo 60 personas. La verdad que me sentí raro al ver las gradas vacías", comenta.
Mientras los jugadores, a pesar que no le prestan mucha importancia al tema, manifiestan que será un partido raro. "A mí me gusta jugar con público", dijo Jaime Penedo y recalca que "Panamá independientemente de esto, debe salir a hacer su trabajo".
Se avecina un partido bravo, difícil, sin público, sin alegría y sin colorido dentro del estadio. El escenario se trasladará a las calles, casas, bares y centros de entretenimiento. A la distancia habrá que apoyar, mientras las gradas y el silencio de cementerio del "monstruo morado" serán los únicos testigos del juego Costa Rica - Panamá de este sábado 26 de marzo.