Mahuad, en una prueba de fuego ante
débil acuerdo político
Quito
EFE
El presidente ecuatoriano,
Jamil Mahuad, afronta una nueva prueba de fuego, pues espera ver si el débil
acuerdo político alcanzado con una mayoría del Congreso le
permite superar la crisis económica y la convulsión social
que soportó en los últimos días.
El Parlamento ecuatoriano intentará aprobar hoy nuevos tributos
y dar cumplimiento al acuerdo mediante el cual el jefe del Estado redujo
el precio de las gasolinas y eliminó el estado de emergencia que
aplicó para tratar de contener las protestas que sacudieron al país
en las últimas dos semanas.
Varios grupos políticos que firmaron el jueves el acuerdo para
superar la crisis, debaten si el Ejecutivo cumple su parte del trato, pues
afirman que Mahuad debió bajar más los precios de los carburantes.
La Izquierda Democrática (ID), la mayor fuerza de la centroizquierda,
condicionó el apoyo al Gobierno y se declaró en la oposición,
aunque aclaró que acatará el acuerdo para restituir la paz
social siempre y cuando el Gobierno cumpla su parte.
Ese partido exigirá al Ejecutivo que restituya el valor original
de los combustibles, es decir, los precios que se mantenían hasta
antes del jueves de la semana pasada, cuando Mahuad los incrementó
en un promedio del 132 por ciento.
La ID señala que la rebaja ordenada por el Ejecutivo es en verdad
un aumento, puesto que hasta la semana pasada el precio de la gasolina extra,
de consumo masivo, era de 8.756 sucres por galón (3,8 litros), y
ahora es de 11.965 sucres (1,04 dólares), lo que significa un incremento
real del 36,6 por ciento.
La gasolina súper, de alto octanaje, pasó de 13.542 sucres
a 18.644 (1,62 dólares), un incremento del 37,6 por ciento.
El jefe del grupo parlamentario de la ID, el general en la reserva Paco
Moncayo, aseguró que el compromiso inicial con el Ejecutivo fue restituir
el precio original de las gasolinas.
Sin embargo, insistió en que el ánimo actual de su partido
es "buscar la paz, la concordia, la normalidad, evitar el caos que
lleva a la economía del país a las peores consecuencias".
Moncayo cree que "un país parado doce días sufre
más que un país con un déficit fiscal manejable"
y que por ello exige al Ejecutivo que se "reconcilie con el pueblo"
y reduzca aún más los precios de las gasolinas.
El diputado del izquierdista Movimiento Popular Democrático (MPD)
Iván Rodríguez responsabilizó a Mahuad sobre el futuro
del pacto coyuntural y subrayó que el acuerdo puntual para salir
de la crisis no supone ninguna alianza con el Ejecutivo.
Rodríguez manifestó que el MPD se opondrá a todas
las propuestas del Gobierno que se salgan del acuerdo y a otras que afecten
a la población.
Sin embargo, la mayoría parlamentaria parece estar dispuesta
a cumplir con sus compromisos, pese a que se advierte una dura batalla con
el influyente Partido Social Cristiano (PSC) y el Partido Roldosista Ecuatoriano
(PRE), que no forman parte del acuerdo de coyuntura.
El presidente del Legislativo, Juan José Pons, de la Democracia
Popular, de Mahuad, señaló que la nueva mayoría en
el Congreso aportará los votos suficientes para aprobar los acuerdos.
Pons se declaró confiado en que por consenso se logre estructurar
una salida a la agobiante crisis económica que afronta Ecuador, calificada
como la peor de los últimos 70 años.
Los acuerdos "anticrisis" entre el Ejecutivo y la mayoría
del Congreso ya han surtido los primeros efectos, pues las protestas bajaron
de tono y, sobre todo, se logró que los transportistas levanten el
paro y desbloqueen las vías y calles, cerradas desde el lunes pasado.
Sin embargo, el Frente Patriótico, que aglutina a sindicatos,
organizaciones indígenas y sociales, celebrará el próximo
sábado una reunión, a la que han denominado "Congreso
del Pueblo", en la que estudiarán si levantan la huelga o si
por el contrario la radicalizan.
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