Saludos, amigos y amigas del béisbol, bienvenidos a otra jornada de la pelota criolla, hoy en medio de una cabanga beisbolera, pues acabó la temporada de verano de las Pequeñas Ligas, dejando un vacío grande en el corazón.
Se fueron los que cantan, ríen, saltan, lloran y hasta no comen por jugar al béisbol. Los pequeños son sólo de tamaño, yo diría que son inmensos de coraje y gigantes eternos del béisbol.
Herrera (Pre Infantil), Coclé (Infantil), Metro (Pre Intermedia) y Los Santos (Intermedia) son los ganadores, reyes indiscutibles de sus categorías y campeones de la temporada 2008.
Ya terminó. Los pequeños dejaron de alegrar las mañanas y dejaron de correr como conejos por los senderos. Pero hay una tremenda satisfacción en todos los que aprecian el béisbol y es el espíritu presentado, la pureza con las que saltan al terreno.
Los peloteros cumplieron y nuevamente ofrecieron un espectáculo, pero también cumplieron los directivos del programa de las Pequeñas Ligas, árbitros, entrenadores y coordinadores de terreno.
El espíritu se mantiene, la fiesta sigue su curso y el béisbol no morirá, mientras las bases sean sólidas en todos los sentidos.
El béisbol panameño le debe su vida y pasión al programa de las Pequeñas Ligas. Ha sido la fuente inagotable de talento y proveedora de recursos humanos.
¡GRACIAS, A TODOS!
Hoy termina otra etapa de la vida de las Pequeñas Ligas. Un capítulo, con nombres para el recuerdo. Con jugadores como Andy Otero, Oriel Caicedo, Belarnino Campos, José Luis González, Jorge Guerra y otros, la historia les recordará.
Ya hay nombres que nunca olvidaremos, todos ellos emergidos de las Pequeñas Ligas. De allí salió Cristian Betancourt, tan sólo cuatro años atrás jugando en la infantil y hoy viviendo un sueño con los Bravos de Atlanta.
De allí emerge el nombre de Rubén Tejada, estrella rutilante de las Pequeñas Ligas y futuro lucero de las Grandes Ligas.
De esta cantera han salido estrellas del diamante y estrellas de la sociedad. En nombre de todos los que un día fuimos parte de las Pequeñas Ligas.. con todo pulmón decimos:
¡Viva, el béisbol!