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REFLEXIONES
"Expocomer 2000: La necesidad de un nuevo recinto ferial"
Carlos Christian Sánchez C.
En un mundo cada vez más abierto, casi sin frontera visibles, la necesidad de promover la imagen económica resulta imprescindible para lograr el desarrollo de las naciones. La región centroamericana y la cuenca del Caribe requieren de fuertes inversiones extranjeras para avanzar hacia el progreso requerido. Otros países, gracias a su ubicación privilegiada como el caso de Panamá y su istmo geográficamente estratégico, suelen transformarse en sitios obligados para concertar negocios y acuerdos comerciales de importancia para el orbe. Del 15 al 20 de marzo del 2000, por espacio de cinco días, Panamá se convierte en centro de la atención mundial, cuando se efectúa la Exposición Comercial Internacional, mejor conocida como EXPOCOMER. El Centro de Convenciones ATLAPA será sede de este evento donde participan una gran cantidad de países de todos los continentes. La variedad de productos que se muestran en este cónclave comercial resultan interesantes para los compradores que asisten a esta vitrina mundial: alfombras persas del Irán, automóviles europeos, equipos de telecomunicaciones norteamericanos, cigarros de Cuba, vinos chilenos, empresas de carga de Sudamérica, distribuidores de tecnología agrícola de Holanda, Suiza y Francia. Hasta Guinea Bissau, de Africa, participa de esta actividad. En la feria comercial se espera lograr la promoción de negocios por un valor estimado que supere los cien millones de balboas, lo cual demuestra la factibilidad de efectuar eventos de este tipo en nuestra nación. Uno de los países que más ha contribuido a la fama y renombre de EXPOCOMER, en la República de China en Taiwan. Al igual que Corea, el Japón, la zona autónoma de Hong Kong y la China Continental, Taiwan participa enormemente con una serie de consorcios y transnacionales en todos los ramos de la economía. El Consejo de Desarrollo Comercial Exterior de China (CETRA), ha impulsado la participación de cuarenta empresas taiwanesas en la Feria de EXPOCOMER 2000. El Pabellón de China incluye navieras como EVERGREEN; las distribuidoras de productos infantiles como Campus; las empresas Fortune Winds, Realjin maquinarias como Hemingstone y Just Well. Empero, los organizadores de la EXPOCOMER 2000 se encontraron con el problema de la falta de espacios para los empresarios foráneos que deseaban asistir al evento. Resulta insólito que se haya negado la participación de inversionistas del Japón, debido a que traerían la mayor cantidad de empresas. Los nipones contribuyen enormemente al avance de esta feria internacional. El empresario Manuel José Paredes de la Cámara de Comercio, advirtió la necesidad de construir una plaza ferial moderna y espaciosa en las áreas revertidas colindantes al Canal Interoceánico. Desgraciadamente, no se logró la concesión de varias hectáreas en la zona sur pacífica de Balboa, con la Autoridad de la Región Interoceánica (A.R.I). Panamá debe hacer lo mismo que otras ciudades del mundo, como Miami, Los Angeles, Nueva York, París, Frankfurt y Berlín, que poseen grandes complejos y terrenos especialmente diseñados para atraer las empresas en ferias comerciales de corto tiempo. Estados Unidos, México y España agrupan un conjunto de 144 cubículos comerciales en ATLAPA. ¿Imagínese a la multitudinaria delegación japonesa que llegaría con casi la misma cantidad de secciones de negociantes asiáticos? Lo bueno del caso es que el nuevo gobierno panameño, bajo la jefatura de Mireya Moscoso, ya debe estar contactando al recién nombrado Administrador de la A.R.I. el señor Alfredo Arias, para que se inicie, inmediatamente, la gestión de edificar un complejo ferial para las futuras exposiciones internacionales. No debemos desaprovechar la oportunidad que genera la EXPOCOMER 2000, que supone la creación de plazas de trabajo eventuales y beneficios por cerca de los 30 millones de dólares. Con una buena imagen, más público del exterior llegará a esta feria mundial, la más importante de la América Latina.
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