FAMILIA
"Viviendo un día a la
vez"
Joaquín A. Arias E.
Presidente Pro Vida
Hoy es el único día
que usted puede vivir, mañana no ha llegado y no sabemos qué
pueda ocurrir. El ayer, con todos sus errores y todos sus placeres se ha
ido para siempre. El hoy está aquí con su promesa de lo que
usted quiera hacer, hoy puede sentir que se encuentra en una terrible situación
pero por medio de sus esfuerzos hará del presente algo mejor si deja
de vivir en el pasado y en el futuro. Ya sea que el presente parezca bueno
o malo, es lo único que verdaderamente usted posee. El siempre actual
ahora es infinitamente precioso. Si tiene un hijo grande ya, que dejó
el hogar, usted mira una fotografía de él cuando era chico
y enseguida todos los recuerdos de esa época vuelven a su mente.
Quizás por un momento desearía que él fuera niño
otra vez para tenerlo nuevamente en casa, esos años tiernos ya han
pasado rápidamente, los han disfrutado mucho y usted quisiera que
durasen más. En este momento de remembranzas se da cuenta de cuán
veloz pasa cada día, y entonces realizamos que el pasado sólo
puede ser recordado con placer si el presente es vivido a plenitud. Bien
conoce lo inútil de la ansiedad por el futuro y de la lamentación
por el pasado inmutable. El siempre actual ahora contiene las semillas de
la eternidad; en un breve instante usted se puede dar cuenta de sí
mismo y de su mundo.
Si se encuentra tranquilo con sí mismo, el momento presente le
ofrece una oportunidad para un toquecito celestial. Si no se siente contento
consigo mismo, el momento presente puede traerle una pequeña porción
de tortura que sólo puede describirse como un infierno. Aunque usted
sabe cuán precioso es el presente, a veces estrelaza las fibras de
la tragedia con su persistente hábito de gastar más tiempo
viviendo en el pasado y en el futuro que en el siempre actual ahora. El
presente momento es suficientemente amplio e interesante para ocupar toda
nuestra atención si aprendemos a enfocar nuestro interés en
él. Los que hemos aprendido a pensar y a vivir de esta manera, encontramos
que el presente es un momento de ininterrumpida expansión por el
cual pueden fluir todos sus pensamientos y energías.
Jesús dijo: "nadie puede servir a dos señores"
entendiendo entonces, que la unidad mental es el precio que debemos pagar
para obtener la verdadera personalidad humildemente bien ajustada. Podríamos
parafrasear, y tomarlo como: Nadie puede servir el ayer, y al mañana.
Viviendo plenamente el presente, encontramos nuestra verdadera estabilidad
mental que a su vez da un balance emocional y físico y así
el organismo funciona hacia una realidad positiva y feliz. La dificultad
puede estar a nuestro alrededor; las enfermedades, la muerte y el desespero
parecen ser nuestra suerte, pero para cada uno, en este momento hay algo
que hace la vida digna de vivirse y eso lo encontraremos si nos concentramos
en el diario vivir. La autocompasión, la falsedad interior, el resentimiento,
la hipocresía y la ansiedad, son enemigos de estos momentos de apreciación
pero el gozo de la vida nos llegará si lo buscamos, viviendo un día
a la vez.


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