El Getafe, con un atrevido planteamiento y una jugada de astucia, derrotó al Real Madrid en el Santiago Bernabéu (0-1), donde no había ganado nadie en más de un año, y devolvió la emoción a una Liga en la que vuelve a creer el Barcelona, que situado a dos puntos, depende de sí mismo por primera vez en el año.
Suena la alarma en el Bernabéu, porque ya son muchos accidentes seguidos. Ante el Betis fue cierta relajación, frente al Roma; mala suerte y, hoy contra el Getafe; un despiste, pero ya son demasiados resultados adversos para achacarlos tan sólo a la escasa fortuna.
Ante el Getafe, el Real Madrid repitió un esquema similar al de pasados encuentros. Dominó en el primer tiempo, pero no marcó y, en el segundo, se vio sorprendido por una jugada insólita; festejaba un gol anulado al holandés Arjen Robben, por fuera de juego de Raúl, cuando el rival montó un contragolpe que culminó con acierto el nigeriano Ikechukwu Uche (m.63).
Con este nuevo tropiezo, el equipo de Schuster prácticamente agota su renta ante el Barcelona, que se sitúa a un partido del liderato, con el enfrentamiento directo entre ambos, el 7 de mayo en el Bernabéu, como objetivo principal.
Porque, como estaba previsto, el Barcelona prolongó contra el Levante el estado de euforia que logró en Glasgow, donde el miércoles firmó el mejor encuentro de la temporada.
El equipo de Frank Rijkaard no tuvo problemas para golear al colista, que tan sólo sembró de dudas el Camp Nou durante tres minutos, el tiempo que transcurrió desde que Mustaphá Riga logró, de penalti, el empate a un gol (m.41), hasta que lo deshizo Leo Messi (m.44).
Más allá de la goleada, la mejor noticia para el barcelonismo es el regreso del camerunés Samuel Etoo, autor de tres goles, en un partido que abrió a los 14 minutos Xavi Hernández, otro de los destacados.
Por detrás de Real Madrid y Barcelona, el Villarreal logró una importante victoria en San Mamés, donde el Athletic soñó durante más de una hora con la posibilidad de encadenar su tercer triunfo consecutivo por primera vez en dos años.
Respira, por último, el Betis, que se escapa de los puestos de descenso, gracias al empate (1-1) capturado en Son Moix.