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El Schalke cumplió con su tradición de eliminar a los equipos españoles de Europa y apeó con facilidad de la Copa de la UEFA a un Espanyol tan animado en el arranque del partido como hundido en el pitido final, superado por un rival mucho más competitivo y sólido.
Guiado sin remedio por la fuerza de la tradición, el Espanyol siguió el mismo camino que Tenerife, Valencia y Mallorca, víctimas en otra época de la eficacia del Schalke 04. A las primeras de cambio, y después de un esperanzador inicio, el conjunto catalán acabó rindiendo pleitesía al bloque de Gelsenkirchen.
Los goles del Schalke fueron conseguidos por Kuranyi, Sand y Lincoln.
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