Miles huyen de Kosovo tras combates en víspera del plazo límite

Serbia
REUTERS

Miles de kosovares albaneses huyeron el lunes de sus casas tras el reinicio de nuevos combates entre rebeldes de la etnia albanesa y fuerzas serbias, en vísperas del fin del plazo para alcanzar un acuerdo de paz.

Fuerzas serbias fuertemente armadas usaron tanques para destruir casas e incendiar otras mientras soldados y policías reventaban ventanas con la culata de sus rifles en una agrupación de poblaciones situada a unos 30 kilómetros al nordeste de la capital provincial Prístina, dijeron testigos.

Mientras, la secretaria de Estado, Madeleine Albright, trabajaba para lograr progresos en las conversaciones de paz que se celebran en el castillo de Rambouillet, cerca de París, pero los funcionarios estadounidenses reconocieron que ni los serbios ni la etnia albanesa han dado un "sí" incondicional.

El portavoz del Departamento de Estado, James Rubin, dijo a los periodistas después de que Albright se reuniera una vez más con los líderes kosovares albaneses que "es una de esas situaciones en las que no estás allí hasta que estás allí y nosotros no hemos llegado aún".

"Es difícil ser optimista. Estamos trabajando lo más duro que podemos", comentó.

Albright se reunió también con el presidente serbio Milan Milutinovic, quien pareció suavizar algo el rechazo de Belgrado al despliegue de una fuerza de mantenimiento de la paz de la OTAN, al decir que se podría discutir una presencia militar internacional una vez que ambas partes firmen un acuerdo político.

"Podríamos discutir el alcance y características de eso tras un acuerdo político", dijo a los reporteros.

La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) dijo que unas 4.000 personas, en su mayoría mujeres, niños y ancianos, huyeron de las poblaciones asediadas por los serbios, mientras que los hombres se quedaron atrás.

"En un lugar había entre 500 y 600 personas que habían huido, sentados a lo largo de una línea férrea de la zona", afirmó el portavoz de ACNUR, Fernando del Mundo.

"Hubo disparos y bombardeos por todas partes", dijo Habib Kalludra, un albanés de mediana edad que llevaba un bebé e iba acompañado por seis parientes en un camino embarrado que salía de Pantina. "Huí con mi familia en cuanto pude", aseguró.

Los periodistas vieron camiones cargados de soldados del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) en la zona.

La oficina de observadores del alto al fuego de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en Prístina, citó un informe de funcionarios serbios que afirmaron que un convoy policial de 10 camiones fue atacado durante la mañana cerca de Pantina.

El convoy recibió refuerzos rápidamente y devolvió los disparos con morteros, armas montadas en carros blindados y pistolas.

La OSCE, que dirige a los 1.200 integrantes de la Misión de Verificación en Kosovo, indicó que se le había afirmado de antemano de un ejercicio serbio con "fuego real" en la zona.

La comunidad internacional intenta obligar a que ambas partes firmen un acuerdo interino de autonomía para el martes al mediodía para poner fin a un año de conflicto en la provincia del sur de Serbia, que ha acabado con la vida de unas 2.000 personas y ha expulsado a unas 200.000 de sus casas.

La OTAN tiene más de 400 aviones de combate preparados para atacar Serbia en caso de que los albaneses de Kosovo acepten el acuerdo de paz pero que el mismo sea rechazado por los serbios.


 

 

 

 




 

Fuerzas serbias fuertemente armadas usaron tanques para destruir casas e incendiar otras mientras soldados y policías reventaban ventanas con la culata de sus rifles en una agrupación de poblaciones situada a unos 30 kilómetros al nordeste de la capital provincial Prístina, dijeron testigos.

 

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