A menudo escuchamos que en nuestro país hay cada vez más problema. La canasta básica cada vez está más cara; la inseguridad está incontrolable por las calles de la capital y el interior, el sistema educativo se cae a pedazos, no podemos confiar en las medicinas que adquirimos en el Seguro Social, el sistema de transporte es un desastre, etcétera, etcétera, etcétera.
Pero llegan cuatro días del año en el que todos se olvidan de estos, y cualquier preocupación pasa a segundo plano; nos referimos a los carnavales o fiesta de la "carne".
Pareciese que los carnavales son más importantes que la Navidad, el Día de la Madre, del Padre, y los días patrios combinados. Y esto se demuestra por el hecho de que no hay evento que involucre mayor planeamiento, logística y ahorros por parte de nuestros compatriotas.
No podemos programarnos en los pagos de nuestros recibos de luz, teléfonos y los pagos de la casa, pero por arte de magia nos volvemos los mejores organizadores de eventos cuando se trata de conseguir auto, guaro y alquilar una casa para pasar los cuatro días de fiestas carnestolendas en algún pueblo interiorano.
Cuando hablamos de Carnaval, existen muchas personas que hacen hasta lo imposible con el simple hecho de obtener algo de dinero para arrancarse durante los cuatro días de jolgorio, en los que algunos hombres y mujeres pierden el juicio y hacen cosas que, normalmente, jamás harían.
Ahora, otras personas dejan de pagar sus deudas para así tener con qué comprar, más que nada, "el guaro" y unas que otras cosas para esos días de arranque.
Querido amigo, recuerde que existen otras cosas que son prioridad en la agenda, piense que esos días de culecos y bailes son los que más rápido se pasan; y lo que queda después son dolores de cabeza porque no se tiene ni para el clásico "arroz con huevo".
¡Bueno!, y qué decir de la cantidad de ferias que se hacen durante todo el año, y que muchos no se quieren perder. Pero de una cosa usted debe estar claro, si no tiene dinero para movilizarse, es mejor que se quede en casa, y piense en todas esas deudas y responsabilidades pendientes, que lo perseguirán hasta que usted cumpla con ellas.
Recuerde, antes de pensar en la diversión existe una cosa que se llama responsabilidad.
Una persona responsable toma decisiones conscientemente y acepta las consecuencias de sus actos, dispuesto a rendir cuenta de ellos.
La responsabilidad es la virtud o disposición habitual de asumir las consecuencias de las propias decisiones, respondiendo de ellas ante alguien. Responsabilidad es la capacidad de dar respuesta de los propios actos.
