Los labios son delicados, ya que el tejido que los recubre carece de células protectoras, lo que los hace vulnerables a resecarse con facilidad. También tienen poca melanina, lo que los hace especialmente sensibles a los rayos del sol.
Aquí algunos datos para mantenerlos provocativos:
- Hidratar: para que no se escamen y para evitar la tirantez.
- Exfoliar: elimina las células muertas y se puede hacer pasando suavemente por encima de ellos un cepillo de dientes.
- Proteger: del frío, sol, humedad y del tabaco (los agrieta con facilidad).
- Antes de pintarlos: empaparlos con un algodón fino mojado de agua caliente. Mantenerlo durante medio minuto para ablandar las pieles muertas e hidratarlos.