La organización no gubernamental, Casa Esperanza, encargada de combatir el trabajo infantil, detectó en lo que va del año 350 casos de niños trabajando en cultivos de las provincias panameñas centrales y de Chiriquí.
La coordinadora de programas de Casa Esperanza en provincias centrales, Diana Gómez de Cabadas, explicó ayer a ACAN-EFE que su entidad no puede multar a los productores y que, por esta razón, ha presentado las denuncias de los casos ante el ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (MITRADEL), que es el responsable de sancionar.
Casa Esperanza recomienda que, durante el verano, "se apliquen programas dentro de las mismas fincas para facilitar alimentación, educación y actividades recreativas para los niños".