Trescientas quince piezas de oro de arte precolombino y cuatro valiosas piezas de cerámics, con un millonario valor en el mercado negro, fue el botín que desconocidos se llevaron del Museo Antropológico Reina Torres de Araúz, según una denuncia interpuesta por el INAC ante la Fiscalía Auxiliar.
Las investigaciones adelantadas por la División de Delito contra el Patrimonio de la Policía Técnica Judicial (PTJ), apuntan a una mano criminal dentro del museo: Una persona con acceso a las llaves y que pudo sacarles copias.
En ese sentido, la PTJ citó a tres funcionarios del Instituto Nacional de Cultura. Ellos son el Jefe Administrativo, la Secretaria Administrativa y el Jefe de Seguridad del Museo.
Los funcionarios deberán explicar los procedimientos de seguridad dentro del museo para así determinar qué otras personas tienen acceso directo o indirecto a las llaves del museo y al Salón de Oro y también quiénes conocían la combinación de la caja fuerte.
Los facinerosos abrieron 19 vitrinas dentro del Salón de Oro sin tocar los vidrios, lo que indica que utilizaron guantes y llaves. Las pesquisas aseguran que las valiosas piezas de orfebrería fueron escogidas. Pareciera que los ladrones las tomaron cumpliendo un pedido específico.
Por el momento, todos los funcionarios del museo son sospechosos y todos están bajo la lupa de las investigaciones de la PTJ, destacó una fuente investigativa.
Los funcionarios son sometidos a una rigurosa inspección al salir de las instalaciones del museo.
Los informes aseguran que los asaltantes no forzaron las puertas; tenían pleno conocimiento del marco de acción; conocían de antemano dónde estaban ubicadas las piezas y cuales podían robar. En el lugar habían imitaciones de piezas que no fueron hurtadas, sólo fueron sustraídas las auténticas. Los ladrones conocían hasta la clave de la caja fuerte, donde se encontraban algunas piezas, que también se llevaron. |