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Partidarios de la paz, el Papa Juan Pablo II y el secretario general de la ONU Kofi Annan, pidieron "soluciones justas y eficaces" para la crisis iraquí al término de un encuentro sostenido este martes en el Vaticano.
"Subrayando el papel esencial de Naciones Unidas en este momento, se expresa la necesidad de que puedan ser encontradas todavía soluciones justas y eficaces a los desafíos del momento en el respeto de la legalidad internacional, de la que es garante la Organización de Naciones Unidas", sostiene un comunicado divulgado poco después del encuentro por la Santa Sede.
Juan Pablo II y Annan, que conversaron durante casi media hora en el estudio privado del Papa en el palacio apostólico, enfatizaron el "papel esencial de las Naciones Unidas en este momento", como "garante del respeto de la legalidad internacional".
"La guerra no es inevitable y hay que presionar a favor de una solución pacífica, pero eso no significa que Irak no deba respetar sus obligaciones", declaró Annan tras reunirse con el jefe de gobierno italiano, Silvio Berlusconi.
Mientras el Papa y Annan se encontraban reunidos, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, anunciaba en Washington su decidida voluntad de desarmar a Saddam Hussein, "quien representa una amenaza para Estados Unidos". |
