La Policía británica trata de establecer el número de solicitantes de asilo que se han fugado del centro de detención para inmigrantes de Yarl's Wood, el mayor de su tipo en Europa, tras un incendio provocado que no pudo ser sofocado hasta varias horas después.
Se cree que una veintena de reclusos pudo huir durante el incendio, aunque hasta el momento los agentes han detenido a ocho, siete varones y una mujer. Seis personas, ente ellos un agente de Policía, resultaron heridos de diversa consideración y los 400 reclusos que estaban en el centro tuvieron que ser evacuados al declararse el incendio tras un motín en las instalaciones.
El centro, que se había inaugurado el año pasado en Bedfordshire (sureste de Inglaterra) y costó unos 150 millones de dólares, ha quedado completamente destruido en el incendio, que ha podido ser sofocado tras varias horas, y los daños se calculan en unos 50 millones de dólares. Según John Bates, de la firma privada "Group 4", encargada de la seguridad en Yarl's Wood, "estamos en el proceso de recontar a los detenidos en el centro para asegurarnos de quiénes están y quiénes faltan".
Los bomberos lograron sofocar un primer fuego registrado en la sala de entrad , pero los detenidos prendieron otros inmediatamente. En una rueda de prensa, el subcomisario jefe de la Policía de Bedfordshire, Cliff Dixon, afirmó que los disturbios previos al incendio fueron orquestados. "Parece que hubo algún tipo de premeditación", afirmó Dixon.
Representantes de organizaciones no gubernamentales habían apuntado que comenzaron por una disputa porque se hubiera esposado a una presa de 55 años que necesitaba atención médica. Yarl's Wood, con capacidad para 900 personas, es uno de los tres centros abiertos el año pasado por el Ministerio británico del Interior para acelerar la deportación de los solicitantes de asilo rechazados. |