El dirigente afgano interino Hamid Karzai dijo ayer que la muerte del ministro de Aviación y Turismo fue resultado de una conspiración, y que varios altos funcionarios del gobierno, ahora en Arabia Saudí, serían arrestados.
"Fue asesinado por gente que lo había planeado así", dijo Karzai a la prensa en rueda de prensa convocada súbitamente. "Pedimos a los saudíes que los arresten y los devuelvan... Los enjuiciaremos y los encarcelaremos". Hasta el momento, unas veinte personas han sido detenidas en relación a este asesinato.
El ministro, Abdul Rahmán, fue muerto en lo que pareció ser un ataque de una muchedumbre de peregrinos en el aeropuerto de Kabul, al parecer enojados por no haber podido salir rumbo a La Meca, Arabia Saudí. Antes de las declaraciones de Karzai, su ministro de información, Abdul Rahim Makhdoom, dio a los periodistas los nombres de cinco individuos buscados en conexión con el ataque contra el ministro Rahmán.
Dos de ellos eran generales y los demás miembros del servicio de inteligencia y el ministerio de Justicia. Se cree que tres de los cinco salieron en vuelos hacia Arabia Saudí con los peregrinos que realizaban el viaje prescrito por el Corán, dijo el ministro de Información.
Tratamos de impartir justicia'' al buscar a los cinco, declaró Karzai. Karzai dijo que, pese a las versiones de testigos oculares, el ataque del aeropuerto no tuvo nada que ver con los peregrinos de La Meca. Entre los buscados figuran el general Abdalá Jan Tawhidi, a cargo del Departamento de Inteligencia, y el general Kalandar Beg, del ministerio de Defensa. Poco antes que Rahmán fuera asesinado, la multitud la emprendió con el presidente de la compañía Ariana, Rohulá Amán, que fue rescatado por soldados británicos de la fuerza multinacional, con base en el aeropuerto.
Las autoridades ordenaron el interrogatorio de algunos peregrinos, aunque tras el incidente dos aviones con 890 fieles partieron hacia La Meca.
En su reunión de emergencia, el gobierno interino encargó al ministro de Relaciones Exteriores, Abdulá Abdulá, el traslado de la familia de Abdul Rahmán, nacido en Nuristán (nordeste), hasta la capital, para su entierro hoy sábado. Con el fondo del supuesto linchamiento, ayer se celebró en la capital un acto multitudinario: la disputa de un partido de fútbol entre la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) y una selección de Kabul.
Antes del partido se produjeron enfrentamientos entre las personas que querían acceder al estadio de la capital sin entrada y fuerzas de seguridad afganas e internacionales. Los incidentes se saldaron con "entre 15 y 20 heridos" y una docena de disparos al aire, explicó una fuente de la ISAF. |