Familiares y amigos dieron ayer el último adiós al joven Kingfill Duarte Quintero, que a la temprana edad de 20 años partió al más allá, producto de una regata en la que participó al acceder a la invitación que le hizo un amigo de ir a probar su carro a la autopista Arraiján-La Chorrera.
Su madre, Susy Quintero, quien casualmente perdió ambas piernas en un accidente automovilístico ocurrido hace 17 años, en donde además fallecieron dos estudiantes, no se resigna haber perdido a su segundo hijo, "él era mi compañero del chilinqui, era mis piernas y mis brazos".
El teléfono la despertó el domingo a la 1 de la madrugada, con la noticia de que su amado "Kingfill" había fallecido en un accidente de tránsito.
No lo podía creer, pues Kingfill le había dicho que iría un rato al Parque Libertador donde se estaban celebrando los carnavalitos, pero lo que ella no sabía era que un amigo lo había invitado a probar su carro en la autopista.
¡Hasta cuándo las malditas regatas! Eran tres los autos que participaban de este peligroso juego, en el que desafortunadamente el auto en el que viajaba Kingfill se estrelló contra un puente, en donde él, que iba de copiloto, se llevó la peor parte.
A su madre sólo le quedan los bellos recuerdos de su hijo, que siempre la complacía en todo.