El arma de fuego, que ayudaba a una familia a cazar iguanas, como presa para acompañar los alimentos, se convirtió en una fatalidad para ese humilde hogar.
La familia Peralta Franco, en la apartada comunidad de Nuevo Veraguas, en la Costa Abajo de Colón, límite con la provincia de Veraguas, jamás pensó que la escopeta que les servía de ayuda, ahora ocasionaría una desgracia.
José Peralta, de 14 años, se disparó accidentalmente en la cabeza , luego que tomó la escopeta de su padre para ayudarlo a cazar.
La angustia de sus padres es muy grande, porque el menor se había levantado con mucho entusiasmo y quería cooperar, pero no se explican por qué tomó el arma y cómo se disparó, cuando siempre le han dicho que no debe tocarla.
Agapita Franco, madre del menor, dijo que no sabían que José tomó el arma y que esperaba a su papá, porque "cuando fuimos a verlo ya se había impactado en la cabeza".
El niño fue atendido de emergencia en el centro de salud de Miguel de la Borda y luego trasladado al hospital Manuel Amador Guerrero.
El doctor Milton Alvear, dijo que la condición del niño es crítica, porque recibió el impacto en la cabeza por el sector frontal y salida en la occipital.
Los doctores no dan muchas esperanzas, ya que el menor se encuentra en coma, después que el proyectil de la escopeta se le fue directo a la cabeza.