Argentina pone paños tibios a roce diplomático con Cuba

Buenos Aires
AFP
Argentina parecía poner paños tibios al nuevo roce diplomático con Cuba, el segundo en un año, a raíz de presuntas declaraciones ofensivas del presidente Fidel Castro que generaron el llamado a consultas del embajador argentino en La Habana, Oscar Torres Avalos. El embajador Torres Avalos aseguró ayer en declaraciones radiales que las duras críticas de Fidel exigen "una aclaración", pero también comentó que "por lo que yo tengo investigado, me parece que acá no todo lo que reluce es oro. Me parece que alguien metió la mano". En un extenso discurso de clausura de un encuentro internacional de economistas, Castro habría afirmado que el Gobierno argentino "lame la bota yanki" si condena otra vez en Ginebra, igual que el año pasado, la situación de los derechos humanos en Cuba, informó el sábado un diario de Miami. Torres Avalos explicó que Castro "estuvo durísimo con respecto al modelo neoliberal, donde cita a la Argentina; efectivamente, la cita como un mal modelo", pero dijo que al parecer cuando el presidente cubano habló sobre el tema de la votación en la OEA, lo hizo "en términos globales; no hay una alusión directa a la Argentina". Desde Estados Unidos, donde se encuentra en visita oficial, el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini dijo que los supuestos dichos de Castro "causaron un profundísimo desagrado y malestar". Sin embargo, añadió que no iba a polemizar debido a que el jefe de Estado cubano está "desinformado o mal informado". El vocero presidencial Ricardo Ostuni aseguró el lunes en Casa de Gobierno que Argentina adoptará una decisión al respecto luego de que el embajador Torres Avalos se reúna con De la Rúa. Puntualizó, además, que "no hay ninguna decisión" sobre el voto de Argentina en abril próximo en la reunión de Ginebra de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA), o por lo menos que ésta "no está anticipada, porque es tradición para la Argentina no adelantar su voto". El embajador convocado lamentó que la polémica surja en momentos en que ambos países están "recomponiendo las relaciones" y entonces "aparece esto como peludo de regalo" (que provoca daño gratuito). Responsabilizó del asunto, sin identificarlo, a "alguien que no está dispuesto a que la Argentina tenga buena relación con Cuba", ya que "a los exiliados cubanos de Miami no les interesaría" un acercamiento de los dos países. Sin embargo, la agencia privada Noticias Argentinas reiteró hoy que la información sobre el voto argentino en contra de Cuba en Ginebra "es veraz". Según la agencia, la decisión de volver a condenar a Cuba en la OEA se tomó después de que Rodríguez Giavarini escuchara las quejas del Vaticano sobre que "nada ha cambiado" con los derechos humanos en Cuba, en particular con las fuertes limitaciones que soporta la Iglesia católica en ese país. El embajador Torres Avalos expresó, asimismo, que "las relaciones con Cuba deben y tienen que mejorar por muchos motivos": por "una cuestión de madurez", porque "después de 40 años no podemos discutir si la revolución de Cuba es buena o es mala; (porque) Castro sigue gobernando, y ya han pasado diez presidentes en Estados Unidos y no sé cuántos en la Argentina". Según informaciones de prensa difundidas el lunes, el argentino Leandro Despuy sería designado para presidir la reunión de Ginebra. En abril de 2000, la decisión del presidente De la Rúa de emitir un voto condenatorio contra Cuba en Ginebra derivó en el retiro del embajador en Argentina, Nicolás Rodríguez Aztiazarain. Recién a fin del año pasado ambos países volvieron a designar sus embajadores. Durante el gobierno neoliberal de Carlos Menem (1989/1999) se había repetido el voto de condena a Cuba, mientras en la gestión del socialdemócrata Raúl Alfonsín (1983/1989) la postura fue de abstención.
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