Al tenor de los últimos resultados de las encuestadoras, éstas han sido duramente cuestionadas por la opinión pública, señalándolas como confiables.
¿Qué pasa con las encuestas, que despiertan tantas controversias? Como se puede explicar estos vaticinios que terminan en errores, que muchos califican como manipulación de la opinión pública, de mentirosas y hasta faltas de toda técnica.
Recuerdo el caso de un candidato al senado en los Estados Unidos, que se mantenía imbatible, los sondeos lo ponían hasta 15 puntos sobre sus más inmediato contendor, era como dicen en Panamá, “un carrito de pago”. Pero a medida que se acercaban las elecciones, ese primer puesto le llegó a pesar como un ancla, su hoja de vida comenzó a ser estudiada milímetro a milímetro por sus contendores, sus propuestas analizadas a fondo, se iniciaron los ataques y pese a lo que decían las encuestas, los electores el día de las elecciones se decidieron por otro candidato, que demostró más agresividad en sus ofertas electorales, y quien se rodeó de figuras con mucha influencia y conocimientos políticos.
Para evitar este manipuleo de las empresas encuestadoras algunos solicitan que sean reglamentadas, que se eleven los estándares de medición y los tamaños de las muestras tienen que ser mucho más amplios.
En Panamá las encuestas también se encuentran en el ojo de la tormenta, ya que tomar como 100% cierto la opinión de personas cuyas emociones pueden variar, al momento de finalizar la entrevista, no se puede aplicar a una ciencia social como es la política.
En nuestro país estamos a escasos tres meses para elegir un nuevo gobernante, las encuestadoras tienen a un candidato, con mucha ventaja, pero eso dicen las encuestas, ¿qué nos dirán las elecciones?
¿Usted qué cree mi amigo lector? |