Luego de más de treinta años, parece que al fin serán investigados los crímenes de la dictadura militar panameña. He dicho muchas veces que “está prohibido olvidar” las violaciones a los derechos humanos, cometidos por los militares (gorilas) panameños dictatoriales.
Y los culpables tienen que pagar de alguna manera sus fechorías. No se trata de venganza sino de ¡justicia!.
Así podrán descansar en paz los asesinados por oponerse a vivir en una dictadura militar. Y los torturados y vejados sabrán que no se salieron con la suya esos bribones.
Dirán algunos que se trata de venganza, de oportunismo político. Eso es falso. Las heridas no cerrarán sin castigo a los abusadores del poder.
En Chile, Argentina y algunos países europeos los culpables de crímenes contra la humanidad han pagado de alguna forma sus delitos.
Hay que anotar con justicia que este gobierno ha hecho bastante por perseguir a los delincuentes de la dictadura.
Allí está la Comisión de la Verdad con su escalofriante informe y sus acciones para esclarecer las desapariciones y asesinatos políticos.
Claro que esto no gustará a los que se beneficiaron con la sangrienta dictadura, que asoló Panamá por veintiún años.
Pero todo el país se lo debe a los familiares de esos desgraciados que dieron sus vidas y sufrieron torturas por querer vivir en democracia.
Y que el pueblo conozca el nombre de los culpables y que algunos (los peores) vayan a la cárcel.
Esto servirá para que mañana o pasado otros militarotes y sus secuaces civiles, no piensen en volver a tomarse el poder en Panamá.
Creo que hay suficiente madurez para que los panameños enfrentemos el pasado. Así caminaremos hacia el futuro con pasos firmes.
Parece que los abusadores panameños no tienen conciencia que les remuerda por lo que hicieron. En otros países algunos de estos no soportaron y confesaron sus crímenes.
¡Quien no la debe, no la teme! |