 |
Peligro potencial.  |
Estamos acostumbrados a utilizar a diario pilas y baterías. Pero la familiaridad con la que tratamos estas fuentes de energía portátil tan útiles para poner en funcionamiento linternas, relojes, radios, móviles, calculadoras, juguetes, etc. no puede hacernos olvidar lo mucho que contaminan cuando se liberan las sustancias que contienen.
Debido a la toxicidad de sus componentes todos los tipos de pilas o baterías usadas han de recogerse por separado para su reciclaje o eliminación.
La recogida selectiva de las pilas es imprescindible, ya que su depósito en los vertederos puede contaminar el suelo y los acuíferos cercanos. Tanto las pilas de botón como las alcalinas y salinas poseen residuos peligrosos, sobre todo, metales pesados como el cadmio y el mercurio. Por ejemplo, el mercurio de una pila de botón puede llegar a contaminar un volumen total de agua similar al que beben cuatro personas durante toda su vida. También podemos reducir su uso con aparatos solares (como las calculadoras y los relojes), enchufando, siempre que se pueda, los aparatos mixtos y utilizando pilas recargables. |