Ya no se podrá volar cometa
en Panamá

Julio César Caicedo Mendieta
Crítica en Línea
Todos los veranos por estos
días, aquí en este bello país oloroso a mandarinas,
crece un deseo muy grande en todo niño mayorcito de 10 años
en volar su propia cometa.
Aparentemente este fantasma de ilusiones sanas, viene arrastrando con
los alisios, que combinados con la época de vacaciones y nuestro
incandescente sol de secar chogorros, provocan una especie de virus emocional,
que cautiva a grandes y chicos y entonces usted aprecia familias enteras
correteando por los pocos llanos y espacios abiertos que nos quedan.
Lo grandioso de la época de las cometas es que los niños
fabriquen sus propios juguetes y que estos vuelen por los aires sujetados
por hilos y que la altura que logre el papalote motive gritos, carreras
y saltos. Entre más alto viaje la cometa mejor y más abundantes
serán los comentarios y las exageraciones de los mozalbetes. Casi
siempre el trabajo de la primera cometa se realiza con alguien mayor de
la familia, que saca a relucir su experiencia como volador de cometas. Generalmente
es el padre o un tío querendón de los niños, el que
se rodea de hijos, sobrinos y vecinitos en un improvisado taller con hilos,
papeles, gomas y regaños. Y todo esto es interesante pues con todo
y los avances técnicos del mundo de yo, la construcción y
puesta en vuelo de una cometa, supera la concentración virtual de
un niño frente a un vulgar nintendo.
Da mucha gracia cuando los niños que llegan último a
los grupos constructores de "papalotes" como dicen en México,
y los países antillanos, corren a sus casas a organizar para formar
otro grupo que haga sus cometas, pues es un asunto de competencia. Algunos
padres jamás han volado cometa y fabricado una menos, así
que corren a asesorarse, a veces las madres han sido expertas en estos afanes
pues provienen del interior o de Chiriquí y son ellas entonces las
jefes de los nuevos practicantes.
Los lugares seguros para volar cometas, están desapareciendo
en Panamá, con raras excepciones están : El Parque Omar y
la playa de Veracruz. Sin embargo todos los cuadros de fútbol y béisbol,
están disponibles mientras no haya birrias de los grandes. Da gusto
ver cómo las familias se unen para observar a sus hijos volar cometas.
En el interior de la República es casi una tradición, la construcción
de estos juguetes y es conocida la habilidad en colocarles los más
curiosos aditamentos, entre ellos está el famoso RUN RUN, a muy pocos
se les ocurría levantar en vuelo a una cometa sino tenía run
run. El run run es una especie de lengua de papel colocada en la parte frontal
de la cometa que con el accionar del viento provoca un sonido ronco y fuerte
como si fuese el motorcito de un avión. También le colocan
arandelas, pero estas dependen del tamaño de la cometa.
De la construcción casera de cometas, se conocen dos como las
más populares : La cometa y el pandero. El pandero ya es cosa de
adolescentes y mayores debido a que es un planeador mucho más grande
y pesado que arrastraría a cualquier sujeto que no pase de 150 libras.
En nuestros pueblos siempre hay tiempo para todo, es por eso que no es de
extrañar que en los meses de verano se disponga luego de una molienda
durante un sábado medio día abajo, que se disponga determinado
grupo de amigos a construir un pandero.
Un pandero es una cometa grande, cuya armazón hay que hacerla
con varillas de caña brava o de bambú, preferiblemente de
caña brava. Esto obedece a que como el pandero es del tamaño
de un hombre, su esqueleto debe ser muy fuerte además de flexible,
cosa que pueda resistir las arremetidas del viento.
El Dr. Micky Simons advierte que este pasatiempo de construir cometas
en familia es muy bueno para las relaciones entre hijos y padres. El Dr.
Micky nos contó que cuando inició su carrera de médico,
luego de las curaciones en las giras médicas al campo, volaba cometa
con los pobladores para ganarse la confianza. El Dr. Micky lo recuerdan
mucho en las Islas del Archipiélago de las Perlas y por las montañas
del Atlántico de Veraguas.
La fabricación de la primera cometa es un verdadero reto para
niños y niñas. Ponemos por caso al ñino cantador de
décimas Mickel Rodríguez Calderón, quien ahora mismo
tiene revuelto al pueblo de La Arena de Chitré, construyendo su primera
cometa. Cuentan que la semana pasada y luego de un número grande
de horas de trabajo y de sueños atrasados, sacó la cometa
a prueba, pero no le funcionó, la misma caía al terreno provocando
un estruendo muy grande. Y, resultó que la cometa de Mickel no levantaba
vuelo, sencillamente porque le había puesto varas de guásimo
verde y son demasiado


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Aparentemente este fantasma de ilusiones sanas, viene arrastrando con
los alisios, que combinados con la época de vacaciones y nuestro
incandescente sol de secar chogorros, provocan una especie de virus emocional,
que cautiva a grandes y chicos y entonces usted aprecia familias enteras
correteando por los pocos llanos y espacios abiertos que nos quedan. |

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