Domingo 31 de enero de 1998

 








 

 

 


Orlando Ruiz: Una guerra entre música y droga

Jean Marcel Chery
Crítica en Línea

Pasamos junto a él una noche bohemia... de alegrías y nostalgias, de recuentos y amores. En compañía de unos amigos llegué a un restaurante donde él alegraba el ambiente.

Aunque desconocía la identidad del señor que vestía un saco y corbata de colores lúgubres y pasados de moda, por así decirlo, reconocí talento en su voz y en el trato a su guitarra. Escuchando a aquel hombre, se me ocurrió pedirle que me acompañara a llevarle una serenata a mi novia. El aceptó gustoso.

Sin embargo, en mi mente insistía: "Con esa voz, bien podría estar en el mejor escenario, en lugar de estar aquí... recogiendo propinas".

Claro, yo ignoraba que acababa de contratar al ganador del Festival Mundial de la Canción de 1978. Tampoco sabía que la marihuana, cocaína, bazuco y ­finalmente- la piedra le habían arrebatado sus momentos de gloria a ese hombre, de pómulos salientes, cabello largo y despeinado.

Desconocía por completo que por las canciones de ese señor ­que unos minutos después despertara a mi novia y a su familia- la disquera CBS suspendió la producción "Mi vida en canciones" de Julio Iglesias, en 1978.

Su impresionante presentación nos motivó a pedirle algún número telefónico, donde pudiéramos localizarlo para una siguiente serenata. Fue entonces que se presentó: "pregunte por Orlando Ruiz", nos dijo.

El nombre me pareció familiar, por lo cual pedí referencias. De inmediato conocí de quién se trataba. Informados ya sobre su famoso pasado, contactamos una entrevista con Ruiz.

LA "PIEDRA" NO HA AFECTADO SU MEMORIA
Con precisión asombrosa hizo una síntesis de su vida, como si la hubiera relatado muchas veces. Lugares, nombres y fechas exactas.

Su memoria no le falló: revivía con orgullo y humildad su historia.

El 21 de mayo de 1978, Ruiz saltó a la palestra mundial. Entre medio centenar de participantes de toda América, Europa y Africa, el panameño logró conquistar el Festival Mundial de la Canción, celebrado en Buenos Aires, Argentina; como parte de las atracciones conexas al Mundial de Fútbol que se jugó en ese país.

Todas las radioemisoras panameñas interrupieron su programación para dar la buena nueva "por primera vez un panameño gana un certamen internacional de la canción".

La CBS suspendió temporalmente el lanzamiento del disco de Julio Iglesias, para darle prioridad al popular tema "Mi País", que hizo ganar el festival al colonense. La empresa quería aprovechar la aceptación que tuvo Ruiz en toda América.

No faltaron contratos y giras para el cantuator panaemño. Fue entonces cuando comenzó a consumir cocaíca. De esa forma supo controlar la fama repentina.

Los años siguientes, Ruiz alternó con los mejores: Camilo Sesto, Claudia de Colombia, Danny Rivera...Se presentó en toda Ameerica, con excepción de Venezuela y Brasil. Mientras que en Panamá el cantante era invitado a todos los cumpleaños de los miembros del Gabinete, y demás personalidades. Esa fue su vida.

TODO CAMBIO
"Después de la invasión todo cambió para mí", comentó el educado cantante.

"Yo era subdirector de Teatro, de ATLAPA, pero me votaron apenas cambió el gobierno", agregó.

"Sin empleo, no pude sostener mi hogar, perdí mi familia, mi madre murió, salí de mi casa, me quedé sin nada", dijo.

"Me quedé solo y probé por primera vez la piedra", indicó.

Sin embargo, no le echa la culpa de su adicción a su situación.

Ruiz no está conforme con su vida, por lo que buscó ayuda en el programa Teen Challenge. Logró rehabilitrse temporalmente, pero tuvo una recaída: "la peor de todas", comentó.

Cuando regresó al lugar que frecuentaba le ofrecieron droga y la tomó, y hasta ahora sigue haciéndolo. "Una vez hasta vendí mi guitarra para comprar más droga", reconoció Ruiz. "Después compré una gruitarra vieja y ella me acompaña ahora.

Durante toda la entrevista fue insistente en que necesitaba ayuda.

"Quiero salir de esto", repetía.

"No quiero andar toda mi vida por allí como un mendigo, quisiera volver a tener una vida decorosa".

Dijo que "mi urgencia más notoria es conseguir una nueva guitarra, porque la que tengo ya no suena bien y solo tiene cinco cuerdas. Necesito que me ayuden a conseguir una nueva" replicó.

LA MUSICA ME AYUDA A MANTENER LA LUCIDEZ
Ruiz sabe que de un momento a otro puede perder la razón.

"También necesito salir de esto, antes que me consuma, que me impida pensar bien. Mi único apoyo ha sido la música", comentó.

"Canto a todas horas, cada momento que puedo lo uso para practicar con mi guitarra y mis canciones, porque se que mientras más tiempo paso ocupado con mi música, dedico menos tiempo a las drogas", sostuvo.

Y así se debate Orlando Ruiz, entre la música y la droga. Es una lucha de la cual depende su vida y que no tiene un ganador definitivo.

El sabe que la "piedra" le lleva ventaja, pero no pierde la esperanza de salir de su vicio y reconquistyar algo de esa fama y éxito que el vicio le arrebató.

 


 

 

 




 

Aunque desconocía la identidad del señor que vestía un saco y corbata de colores lúgubres y pasados de moda, por así decirlo, reconocí talento en su voz y en el trato a su guitarra. Escuchando a aquel hombre, se me ocurrió pedirle que me acompañara a llevarle una serenata a mi novia. El aceptó gustoso.

 

PORTADA | NACIONALES | OPINION | PROVINCIAS | DEPORTES | LATINOAMERICA | COMUNIDAD | REPORTAJES | VARIEDADES | CRONICA ROJA | EDICION DE HOY | EDICIONES ANTERIORES


 

 Copyright 1995-1999, Derechos Reservados EPASA, Editora Panamá América, S.A.