Es común escuchar que en la guerra y en el amor todo se vale. Realmente debe ser así, pues para atreverse a hacer más de cuatro cosas en la cama es necesario conocer bien a la persona con quien tienes intimidad, sobre todo si se decide emplear la práctica del sexo anal.
Y es que muchos aseguran que la penetración por vía anal suscita placeres, inquietudes, fantasías y temores. Sabemos que es importante el acuerdo mutuo y que produzcan placer para ambos en un marco de seguridad y cuidado. Por lo tanto, si se siguen ciertas normas y recaudos no trae consecuencias físicas ni psicológicas. Por supuesto que si hay hemorroides o alguna fisura anal, puede traer aparejado dolor, molestia o sangrado.
Es conocido que en muchas situaciones se usaba esta práctica para preservar -hipócritamente- la virginidad y evitar embarazos indeseados. Hoy no se acepta el término de "antinatural" ni el de "contranatural" para las prácticas con penetración anal (digital o peneana), pues se les ve como un juego erótico o variante sexual.
Ahora, si es usted de los que ama la penetración anal, debe saber que:
- Por tratarse de un esfínter muscular tiende a ofrecer resistencias, por lo cual debe procurarse una buena relajación corporal.
- Como, a diferencia de la vagina, no se autolubrica, deberá ser utilizada una crema o aceite no irritante, tanto en el pene como en el ano.
- La penetración debe realizarse cuidadosa y suavemente, retirándose si la compañera presenta un dolor intenso que no tolera.
- Dado que en el ano existen bacterias diferentes a las que habitan en la vagina y que pueden producir infecciones es conveniente que el hombre lave su pene con agua y jabón si quiere tener penetración vaginal luego de la penetración anal.
La sensación de placer sentida por un hombre ante la estimulación anal no implica necesariamente deseos homosexuales. No a todos los homosexuales les excita la estimulación anal, de hecho en nuestra cultura las prácticas sexuales homosexuales más frecuentes son la masturbación en pareja y el sexo oral. Algunos varones llegan al orgasmo con penetración anal debido a que suelen realizar un estímulo manual genital (ellos mismos o sus compañeras) en la zona prostática.
Es importante saber que las prácticas anales no son obligatorias, todo depende de que tan abiertos sean el hombre o la mujer.