Los senadores buscan una salida rápida
al juicio a Clinton

El Senado podría llegar a un acuerdo
la próxima semana en lo concerniente al juicio contra el presidente
Bill Clinton. Foto AP

Washington
AFP
El juicio a Bill Clinton
en el Senado podría terminar con un desenlace favorable al presidente
estadounidense, al no haber logrado cambiar la opinión de los jurados
ni los fiscales ni los abogados de la defensa, comentaron observadores.
Un acuerdo parece inevitable al haber sido tranquilizados los senadores
demócratas por los brillantes alegatos presentados por la defensa,
con lo que se alejó la posibilidad de que se suman a los republicanos
para alcanzar los dos tercios de votos necesarios para aprobar la destitución
del mandatario.
"Es evidente que esto no lleva a ninguna parte", afirmó
el viernes Harry Reid, un demócrata del Estado de Nevada. "Nadie
tiene todavía una estrategia de salida (del juicio), pero todo el
mundo la está buscando. Quedó claro que no hay 67 votos para
la destitución", precisó.
"Se están llevando a cabo reuniones entre ambas partes (...)
para encontrar una rápida solución" a este caso, afirmó
Tom Harkin, un demócrata de Iowa.
"Los senadores quieren ahora acabar con esto", confirmó
Christopher Dodd, un demócrata de Connecticut.
"Pienso que tenemos que ofrecer a nuestros colegas republicanos
un camino hacia una digna retirada", explicó Robert Torricelli,
un demócrata de New Jersey, quien también opinó que
el presidente se salvó, pese a que todavía es demasiado temprano
para cantar victoria.
Según el líder de la mayoría republicana del Senado,
Trent Lott, entre cinco y ocho senadores republicanos le comunicaron su
deseo "de concluir el juicio lo más pronto posible".
Si estos republicanos se suman a los 45 senadores demócratas,
habría suficientes votos para detener el juicio. Si esto ocurre,
el procedimiento no autoriza una votación sobre los dos "cargos
de destitución", que fueron aprobados en diciembre por la Cámara
de Representantes.
Por eso parece poco probable que los senadores, preocupados por la opinión
pública, acepten deshacerse del caso sin emitir un fallo.
Entre ayer viernes y hoy sábado, los senadores tienen la oportunidad
de formular preguntas a los abogados de la Casa Blanca y a los fiscales
republicanos de la Cámara de Representantes.
Estas preguntas tienen que ser presentadas por escrito y entregadas
al presidente de la Corte Suprema. Se refieren al conjunto del caso Lewinsky,
que originó las acusaciones de perjurio y obstrucción de la
justicia contra Clinton.
A partir del lunes, sin embargo, los senadores tendrán que tomar
nuevas medidas sobre el futuro del juicio y decidir si convocan a testigos,
entre ellos Monica Lewinsky, la ex becaria que mantuvo un idilio con el
presidente.
La minoría demócrata presentará, probablemente
el lunes, un pedido para archivar el caso sin consecuencias, debido a la
falta de pruebas suficientes contra el presidente.
La mayoría probablemente no apoye esta petición y demande
que se convoque a un número reducido de testigos para que ofrezcan
una simple declaración.
"Dudo que un senador desee renunciar al juicio antes de haber tenido
por lo menos la oportunidad (...) de ver lo que diría un testigo
en una declaración", señaló Lott.
"Pienso que no se puede tomar una decisión justa sin escuchar
a testigos", afirmó Susan Collins, una republicana del Maine.
Para Henry Hide, el principal fiscal, renunciar ahora "sería
causar perjuicio gravemente a la Constitución y a la institución
(el Senado)".

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