Papa vislumbra paz y fraternidad mundial
para tercer milenio

"Qué el próximo sea
un milenio en el que en México, en América y en el mundo entero
se abran vías seguras de fraternidad y de paz", afirmó
el anciano pontífice, de 78 años, al pisar territorio mexicano.

México DF
REUTERS
El Papa Juan Pablo II vislumbró
el viernes en México, a cuyo suelo llegó por cuarta vez en
20 años, un tercer milenio de "paz y fraternidad" para
América y la humanidad.
"Qué el próximo sea un milenio en el que en México,
en América y en el mundo entero se abran vías seguras de fraternidad
y de paz", afirmó el anciano pontífice, de 78 años,
al pisar territorio mexicano.
Música de mariachis y gritos infantiles de "Juan Pablo Segundo,
te quiere todo el mundo" saludaron al Papa en el aeropuerto de la capital
mexicana, al que llegó tras un vuelo de 13 horas horas y media originado
en Roma.
El Papa fue recibido por el presidente Ernesto Zedillo, pese a que su
cuarta visita a México, que se prolongará hasta el martes,
es pastoral y no tiene carácter de Estado.
"!Sea muy bienvenido a su México amigo!" dijo el mandatario
al Papa, minutos antes de que un coro de 110 niños cantara en su
homenaje la melodía "Amigo", popularizada hace dos décadas
por el cantante brasileño Roberto Carlos.
Juan Pablo II se declaró "postrado ante la Morenita del
Tepeyac, Reina de México y Emperatriz de América", refiriéndose
a la Virgen de Guadalupe, que la abrumadora mayoría de los 96 millones
de mexicanos venera como patrona y madre de su nación.
"Desde este momento encomiendo a sus maternos cuidados los destinos
de la nación y de todo el continente", agregó el Papa
en el primer discurso del viaje, que luego prolongará con una breve
visita a Estados Unidos.
El pontífice se refirió al motivo de su nueva presencia
en tierras americanas, tras su histórico viaje apostólico
de hace un año a Cuba, y dijo que protagonizará en México
un encuentro "privilegiado y excepcional" con obispos del continente.
Agregó que hoy sábado, durante una ceremonia religiosa
en la Basílica de Guadalupe, entregará los frutos del Sínodo
de obispos americanos celebrado en diciembre de 1997 en el Vaticano.
"Los obispos de América trazaron entonces los rasgos fundamentales
de la acción pastoral del futuro" que, según agregó,
deberá responder "a la dignidad del ser humano en el marco de
las sociedades justas, reconciliadas y abiertas".
El presidente Zedillo dijo que los mexicanos sienten un especial aprecio
por el Papa Juan Pablo II, quien incluyó a esta nación en
su primera gira pastoral, tres meses después de emprender en 1978
el pontificado que ya cumplió 20 años.
"Lo espera un pueblo que lo quiere, que lo respeta y lo admira
por traerle siempre un mensaje de paz, que es ideal supremo de la humanidad",
dijo.
Juan Pablo II embarcó luego en un denominado "papabús",
un autobús especialmente acondicionado para la visita, y atravesó
parte de la populosa capital, de nueve millones de habitantes, rumbo a la
sede de un céntrico Museo, donde recibió las llaves de la
ciudad como su visitante ilustre.
Millones de capitalinos se apostaron a lo largo del trayecto, de 32
kilómetros, para saludar al Papa por calles y avenidas, aceras, edificios,
puentes y plazas.
El pontífice oficiará el domingo en un autódromo
una misa para una asistencia aguardada de un millón de fieles y el
lunes congregará a otras 120,000 personas en el estadio Azteca, el
principal escenario del país, donde presidirá un encuentro
hemisférico generacional.
El martes volará a la ciudad estadounidense de San Luis, en Missouri,
donde conversará en privado con el presidente Bill Clinton y pernoctará
antes de seguir viaje de retorno al Vaticano.

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