TEMAS DE ACTUALIDAD
Vida, pasión y muerte de Rubén
Darío
Jimmy Molina
A bordo de una carreta, Rosa
Sarmiento, en avanzado estado de embarazo y agobiada por las diferencias
y las peripecias conyugales con Manuel García, escapó a Metapa,
hasta en ese entonces un desconocido poblado del norte y hoy conocido como
Ciudad Darío, para dar a luz el 18 de enero de 1867 al fruto de sus
entrañas.
El tres de marzo, del mismo año, el niño fue bautizado
en León como Félix Rubén García Sarmientos.
Pero posteriormente retomó de sus ascendientes, los Darío,
y adoptó el nombre Rubén Darío.
El profesor Héctor Darío Pastora, estudioso de la vida
y obra de Darío, asegura que el poeta oficializó su nombre
el 26 de junio de 1880, al publicar su primer poema "Una lágrima",
en el períodico El Termómetro, de Rivas.
El anuncio de la presencia del genio fue a sus escasos tres años,
cuando aprendió a leer y escribir y a los 14 años se dio a
conocer como el poeta niño.
El profesor Pastora asegura que el 24 de julio de 1883, Darío
gana el primer premio con Oda al Libertador Simón Bolívar,
hecho que lo lanza como poeta al ámbito internacional.
Teniendo como universidad a la Biblioteca Nacional, Rubén Darío
alcanza un momento culminante con su primer viaje a Chile y el nacimiento
del Modernismo, con la publicación de su primera obra titulada "Azul"
el 30 de julio de 1888.
Un año más tarde funda y dirige el periódico La
Unión, en El Salvador, y en 1890 aparece como Director y propietario
de El Correo de la tarde, de Guatemala.
Otro de los momentos grandiosos del poeta, mencionados por el Presidente
del Movimiento Dariano, es el nombramiento de Darío, en 1892, como
Secretario de la delegación para IV Centenario del Descubrimiento
de América, celebrado en España, donde tiene la gran oportunidad
de conocer a muchos y reconocidos intelectuales europeos.
En 1893 el gobierno de Colombia lo nombra Cónsul General en Buenos
Aires, Argentina, en donde permanece hasta 1898.
Durante ese período, fue periodista de La Nación de Buenos
Aires y publica su más grande obra: Prosas Profanas, incluyendo Los
Raros y La Marcha Triunfal, que de acuerdo a Pastora, marca la consolidación
del Modernismo Literario.
En 1898 levanta el espíritu de la abatida España con el
poema La salutación del optimista.
En agosto de 1905 publica su obra Cantos de Vida y Esperanza.
Su retorno a Nicaragua el 23 de noviembre de 1907, luego de 15 años
de ausencia y que da título a su poema "Retorno", es otro
de los momentos importantes de la vida de este máximo exponente de
la literatura americana. Su patria lo recibió ya consagrado como
poeta y hace un recorrido por diferentes pueblos.
El 21 de diciembre de 1907 el General José Santos Zelaya lo nombró
Ministro Plenipotenciario ante la Corte de Alfonso XIII.
Regresó a Europa en abril de 1908 para tomar posesión como
diplomático. En París funge como Cónsul y Director
de las revistas Mundial y Elegancia.
En 1909, de los recuerdos y vivencias de su regreso a su tierra natal
crea El viaje a Nicaragua e Intermezzo Tropical y lo da a conocer en París.
En 1912, mientras permanecía en Argentina, Rubén Darío
dictó su autobiografía de mis libros y La vida de Rubén
Darío.
En 1914 de Barcelona viaja a Nueva York donde permanece durante cinco
meses muy grave. El 20 de abril de 1915 llegó a Guatemala atendiendo
invitación de Manuel Estrada Cabrera, quien le pide escribir el poema
Palas de Atenea, dedicado a las diosa Minerva, diosa de la sabiduría.
También escribió "La gran Cosmópolis".
El profesor Pastora asegura que el 24 de noviembre, Darío es traído
a Nicaragua casi moribundo por Rosario Murillo y desembarca en Corinto y
luego es trasladado a León.
El siete de enero de 1916 es intervenido quirúrgicamente por la
cirroris hepática, el 10 recibe la extremaunción de parte
del Obispo de León, Simeón Pereira. El 31 de enero testó
a favor de su hijo Rubén Darío Sánchez.
El dos de febrero enfrenta una segunda operación en el hígado
y comienza su agonía hasta expirar a las 10:15 minutos de la noche
del 6 de febrero de 1916.
El cuerpo del poeta, considerado el Príncipe de las Letras Castellanas,
luego de recibir solemnes honores fúnebres y haber traído
a nuestro país a grandes intelectuales, fue sepultado el 13 de febrero
en León.

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