Un coche bomba estalló ayer en un centro comercial de la ciudad colombiana de Neiva (sur), sin que se registraran víctimas, pero sí cuantiosas pérdidas, un hecho que el presidente Álvaro Uribe atribuyó a las FARC.
El mandatario realizó un consejo de seguridad en el aeropuerto Benito Salas de esa localidad, acompañado de su ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, y la cúpula militar, desde donde anunció una recompensa unos 22.400 dólares por información que permita la captura de los responsables.