Arrancó el Sudamericano Sub-20, "Juventudes de América", un torneo que reúne a las diez selecciones del cono Sur en busca del sueño de ir al mundial juvenil.
La competición empezó con una Argentina que jugó dos períodos completamente distintos en su debut ante Venezuela.
En el primero vimos una Argentina con dudas y limitaciones que nunca fue superior a un voluntarioso, pero inexperto equipo venezolano.
En la segunda parte apareció el talento argentino, encarnado en un jovencito de 17 años que ya ha jugado partidos en la primera división española con el Barcelona. Graben bien su nombre, se llama Lionel Messi y marcó un "golazo" a los venezolanos el jueves en el arranque del certamen sudamericano.
El otro talentoso argentino es Pablo Barrientos, el que juega con la camiseta número diez, autor del tercer gol argentino.
Estos dos jugadores, tanto Messi, como Barrientos ponen el talento, la magia, lo imprevisto en esta selección argentina y la convierten, creo yo, en serio aspirante a conquistar el campeonato.
Pero cuidado, en el torneo está Colombia, que como anfitrión dará mucho que decir y lo demostró con una soberbia goleada sobre una débil selección de Bolivia.
En ese partido se impuso la fuerza de un goleador en alza, Hugo Radallega, quien enloqueció las tribunas con sus cuatro goles y dejó sentada su fuerza goleadora.
El certamen también tiene a Brasil, el siempre favorito y que aún no hemos visto jugar, ya que se enfrentaba anoche en el choque de fondo ante Ecuador.
Aunque de antemano sabemos el talento de los brasileños y quién sabe y por allí nos regalan otro Ronaldo, Ronaldinho o Kaká.
El resto de selecciones como Uruguay y Paraguay, que jugaban ayer un partido que iba cero a cero terminados los primeros 45 minutos, deben pelear uno de los cuatro cupos al mundial de Holanda.
Pero ojo, porque Perú, Ecuador, Venezuela y Chile son equipos que pueden sorprender a cualquier favorito, más a esta edad, en la que los chicos derrochan más ganas, fuerza, fútbol, técnica que táctica, lo que acorta las distancias entre una selección y otra.
Seguramente que veremos un torneo parejo, donde las nuevas estrellas quieren mostrar su talento al mundo, y las grandes jugadas y goles se impondrán.