El pueblo panameño ha acogido de muy buena manera que no se cobre el impuesto en los restaurantes populares y está a favor de que se siga cobrando en los locales que venden licor.
Desde que el presidente panameño Martín Torrijos anunció el proyecto de ajuste fiscal, se han tenido una serie de especulaciones en cuanto al tema del cobro de impuestos a quienes más recursos poseen.
REFORMA SACA-PLATA
El anuncio de la eliminación del impuesto del 5 por ciento que se paga por consumir alimentos en restaurantes populares, el cual fue calificado como "reforma saca-plata" por el Mandatario cuando se encontraba en campaña electoral fue el mejor tomado por los panameños.
Por otro lado, se especula que los restaurantes de todo el país que venden licor, se verán afectados por este cobro del impuesto.
Al respecto Luis Villamizar, gerente de un bar de la localidad, indicó que la mayoría de los restaurantes que venden licor no se verán tan afectados, porque el 80% de las ventas en estos lugares es la comida y no los licores.
Esta reforma fiscal se considera como un instrumento de la política económica y como un programa que busca la equidad tributaria.