Las organizaciones campesinas mexicanas que se oponen al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se reunieron ayer con el presidente Vicente Fox para renovar su "disposición al diálogo", aunque las movilizaciones continúan para pedir una renegociación del pacto, que el gobierno juzga irrealizable.
"Mi gobierno no dejará solos a los campesinos y los va a apoyar totalmente", dijo el presidente Fox en la junta realizada en la residencia presidencial de Los Pinos.
El Ejecutivo está "cuidando que este mayor flujo comercial (derivado de la apertura de las fronteras agrícolas entrada en vigor el 1 de enero en el marco del TLCAN) se lleve a cabo con un respeto escrupuloso a la más estricta normatividad, tanto nacional como internacional", dijo el mandatario.
"Hemos tomado ya medidas importantes (reducción de costos de energéticos) y tomaremos cuantas sean necesarias. Tomaremos todas las que acordemos con ustedes para que el campo mexicano no se vea afectado por las prácticas de comercio desleal", añadió Fox, al tiempo que defendió el TLCAN que, según dijo, ha llevado a México a convertirse en una potencia exportadora. |