Sólo faltaban dos horas para que se acabara el año 2005, cuando una noticia sacudió a los moradores de Villa del Caribe, en Colón, porque Rolando Escalona, de 45 años, había decidido quitarse la vida.
Un amigo que fue a visitarlo observó la escena trágica al verlo colgando de una soga en la casa 1089 del sector de Las Dos Recámaras que queda entre los límites de Puerto Escondido y Villa del Caribe y llamó a las autoridades para notificarles lo ocurrido. En una carta que dejó Rolando decía que se quitaba la vida por la ausencia de su cónyuge.