Rusia cumplió su amenaza y empezó a cortar el suministro de gas natural a Ucrania en el nuevo año después de que Kiev rechazara definitivamente el nuevo precio del carburante ruso, que casi quintuplica el anterior.
El portavoz del consorcio estatal ruso de gas Gazprom, Serguéi Kupriyanov, informó de que la compañía nacional ucraniana Naftogas "ha rechazado oficialmente" la última oferta rusa, que proponía una moratoria de tres meses para los nuevos "precios de mercado".
Por tanto, Gazprom empezó a bajar la presión en el gasoducto que transporta el carburante destinado para Ucrania, reduciendo los suministros en 120 millones de metros cúbicos al día.
Al tiempo, aseguró que Rusia sigue suministrando "en pleno volumen" el gas que pasa por territorio ucraniano con destino a los países de Europa, aunque acusó al Gobierno de Kiev de pretender "robar" parte de ese combustible.
Rusia había amenazado con cortar los suministros de gas a Ucrania a partir de este 1 de enero si Kiev no aceptaba pagar 230 dólares por mil metros cúbicos, tarifa que casi quintuplica la de este año, de 50 dólares, en una nueva política de "precios de mercado" para los países más díscolos de la comunidad pos-soviética.
Las autoridades ucranianas han reconocido la necesidad de pasar a tarifas más acordes con las del mercado, pero pidieron un período de transición de dos o tres años para evitar el hundimiento de la industria nacional.
Moscú, cuyas relaciones con Kiev se estropearon tras la "Revolución Naranja" en Ucrania de hace un año, había propuesto una moratoria de tres meses a los nuevos precios.
COSA MUY SERIA ENERGIA VITAL
El suministro total de gas natural ruso es de 130.000 millones de metros cúbicos anuales, de los cuales el 85% es para Europa y el resto para Ucrania, que hasta ahora cobraba "en especie" el precio del tránsito a través de su territorio.