En el 2001 vimos a un Panamá que agoniza económicamente, el desempleo llegó a cifras alarmantes, algunos dicen que el 16%, mientras que el gobierno acepta el 14%, porcentajes más porcentajes menos, esto representa a miles de panameños que se han quedado sin poder llevar el sustento diario a sus hogares, entretanto empresas antes sólidas económicamente anuncian posibles cierres para el próximo año.
El pueblo panameño se queja de las promesas incumplidas y principalmente lo notorio que es la falta de un liderazgo nacional que nos lleve por los caminos del progreso y del desarrollo tanto económico como social.
Debemos recordar que por mucho menos de lo que ocurre en Panamá, Argentina tuvo su argentinazo, ojalá y lo digo con el corazón, el gobierno actual cambie el rumbo que lleva, de otra manera todo nos indica un estallido social que nadie quiere.
Todos recordamos las promesas electorales de los ahora gobierno, de revisar los Contratos de la Energía Eléctrica y el Teléfono, y ha sucedido todo lo contrario, tanto la energía eléctrica como el teléfono han tenido alzas ante la pasividad del gobierno, que inclusive ha llegado hasta avalar dichos aumentos, de igual manera se prometió hacer lo mismo con el Contrato de la Refinería, y las alzas de la gasolina han sido las más escandalosas de los últimos años, convirtiéndose en otra promesa incumplida. |