En este crisol de razas se ve de todo. Se dice ( y se cree) que en el corazón de una madre primero están los hijos. Sin embargo, hay mamás que pasan por alto ese principio y anteponen su vida personal a las necesidades de sus propios hijos.
Se ha escuchado en ocasiones a madres solteras que reniegan de sus hijos porque "les impide" hacer su vida; no las deja salir con sus amigos a un baile, al cine u otro lugar porque se la pasan llorando.
A veces, esas mamás restando importancia a unas consecuencias funestas, salen de sus casas y dejan a sus pequeños dormidos para "escaparse" un ratito y salir con el "novio"; otras veces, simplemente se van por días y los dejan solos en casa "porque ellos ya están grandecitos y pueden hacerse su comida".
Sin embargo, lo increíble de estos casos, es que la madre en cuestión no acepta que es incorrecto lo que hace y toma como algo normal dejar a sus hijos solos o al cuidado de un vecino, amigo o familiar, para ella "también disfrutar de la vida".
Es necesario tener conciencia que cuando se tiene un hijo la vida cambia y las responsabilidades son mayores. Por ello, se debe meditar las acciones antes de cometerlas para evitar luego, arrepentimientos y evadir compromisos.
De allí, que corresponde a los padres formar en sus hijos principios y sobre todo, crear sentido de responsabilidad, para que cuando cometan un acto cualquiera, se hagan responsables de sus consecuencias, ya que tener un hijo no es cuestión de un momento, es una responsabilidad para toda la vida. |